Locales | 10 Sep Existe un universo de quince mil familias del país que reúnen las condiciones para ser atendidas a través del Plan Juntos, y al final de este período de gobierno se prevé que puedan haberse atendido entre cuatro mil y cinco mil, destacó a EL TELEGRAFO el presidente de este plan, arquitecto Carlos Acuña.
Amplió el representante de Presidencia de la República que mediante esta iniciativa no solo se satisfacen necesidades habitacionales por el trabajo de los propios beneficiarios, con entrega de materiales por el plan, sino que también están en marcha y en proyecto acciones sociales complementarias.Acuña destacó que “hemos asistido a la entrada de ocho familias a sus viviendas en San Gregorio de Polanco y otras tantas en Paysandú, lo que quiere decir que el Plan Juntos en todo el país es un hecho. Habíamos empezado por el área metropolitana, y ahora sí tenemos cobertura nacional, y prácticamente en todos los departamentos”.
“Acá en Paysandú tenemos una acción en el Barrio Norte, que es una primera etapa de vivienda nueva y mejoramiento”, expresó, a la vez que consideró que “esto es un sueño de los vecinos que apoyamos nosotros y tenemos que apoyarnos también en el aporte de todos, el gobierno departamental y obviamente los mismos vecinos”.

SEGUIMIENTO INNECESARIO
Consultado respecto a si desde el Plan Juntos se hace un seguimiento después que las respectivas familias ingresan a las viviendas, a efectos de que la unidad habitacional sea cuidada por sus ocupantes, dijo que “esto no es llave en mano, aquí lo que se genera es por el trabajo de los mismos vecinos. Es como el movimiento cooperativo de ayuda mutua, se encariñan con su vivienda, porque la hicieron ellos, y es obvio que esto asegura que la vivienda sea muy bien usada, que sea muy querible por la familia”.
Puso como ejemplo el programa Mevir, “donde hay desajustes, sí, pero todo el sistema de ayuda mutua del Mevir ha asegurado que en 45 años de acción de Mevir las viviendas sean en un porcentaje altísimo muy bien usadas por los vecinos. Esta es una herramienta nueva, en la onda también de apoyar a aquellas familias que por ley estamos mandatados a apoyar, que son familias que están en extrema precariedad social y habitacional”.
“Se calcula que en esta situación hay unas quince mil familias en el Uruguay, y esa es nuestra misión. Esta herramienta nueva la estamos coordinando con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) y el Ministerio de Desarrollo social (Mides), y no es casualidad que por ejemplo el Plan Juntos se define por un colectivo, porque hay un representante del Mides, otro del Mvotma y otro representante de Presidencia, que soy yo”, precisó.
Respecto a como se seguirá avanzando para atender a estas 15.000 familias en situación de extrema precariedad a través del Plan Juntos subrayó que “hay una meta cuantitativa al final del período, cuando queremos estar trabajando ya con cuatro a cinco mil familias de este universo de 15.000. Pero una meta política fundamental es que aspiramos a que el plan, como pasó con Mevir, sea asumido como política de Estado”.
“Esta tarea es de largo aliento, tiene que ser asumido más allá de los vaivenes de quien asuma el gobierno. Pero este plan tienen que asumirlo los vecinos, que son los verdaderos protagonistas de la aventura, y eso se está logrando, porque los mismos vecinos dicen que este instrumento les conviene, los ayuda y concreta. Nos han facilitado mucho la tarea nuestra de lucha por un lugar mejor, porque haciéndolo ellos solos se les dilata mucho el tiempo para ocupar una vivienda digna”, expuso.

ACCOIÓN SOCIAL COMPLEMENTARIA
Aclaró Acuña que “están descubriendo que esta es una herramienta que los ayuda a que ese período de mejoramiento sustancial de la vivienda y de su vida sea mucho más breve. Debemos aclarar además que el Plan Juntos no es meramente viviendas, sino que se trabaja también en todos los órdenes de la vida de los vecinos que están en esta situación.
Hay algunos programas de índole social que han resultado muy importantes, como es el programa de salud bucal Protege, que lo aprendimos de los vecinos. Es que cuando insistíamos mucho por el trabajo y todo eso, nos pararon el carro por allá por Villa Ilusión, Las Piedras, porque dijeron que ‘no conseguimos trabajo porque no tenemos comederos’, y eso no estaba en nuestra agenda. Estas cosas hay que aprenderlas de ambos lados y nosotros, como servidores de ellos, tenemos que estar con la oreja bien parada y allí se implementó un programa de salud bucal para restituir la dentadura, que es una incapacidad encubierta muy vergonzante, que deja la autoestima por el piso”.
Así, “se lanzó un programa en que participan la Facultad de Odontología, el Ministerio de Salud Pública, y la Fundación Juntos y hasta ahora vecinos del área metropolitana en un número de 900 han tenido de nuevo su boca sana”, subrayó el arquitecto Acuña.
“Este es un ejemplo de los dos polos, de lo que hace a las políticas de vivienda y habitat, la política social, y ni hablar del trabajo, de la capacitación”, acotó.