ESCRIBE EL DR. RODOLFO CANABAL

Locales | 17 Sep En la columna del 16 de julio último se expuso la opinión contraria al proyecto de ley que el Parlamento considera, a propuesta del gobierno, sobre el régimen a aplicarse a la marihuana. Se consideró que tal proyecto, a través de lo que a su respecto se ha ampliamente conocido, ha de tener consecuencias desfavorables para la comunidad, que será un progresivo e inevitable incremento del consumo de drogas, no solo de la marihuana, a lo cual se adicionará todo lo que ilegalmente se consuma, por lo muy difícil que sin duda es su control.
Explicamos entonces que competentes especialistas en las materias que tal cuestión abarca, de las cátedras de Oncología y de Toxicología, habían informado que son muy graves las consecuencias del consumo de la droga, al margen de lo que la marihuana puede contribuir en el tratamiento del cáncer, dado su efecto sobre el dolor; en efecto, fumar cigarros de marihuana incrementa el riesgo derivado de ciertas patologías oncológicas, y altera la percepción y la capacidad de reacción con el riesgo grande de incrementar el peligro de causar accidentes de tránsito. También se recordó entonces que el humo de los cigarrillos de marihuana puede afectar a niños que se encuentren en la cercanía del fumador, y también que el consumidor de marihuana, que no es en general consumidor de pasta base, no es extraño que a falta de marihuana llegue a consumir otras drogas.
Todo lo que muy sucintamente ahora se indica fue, entonces, insertado en esta columna como apoyo a la tendencia contraria a lo que se propone en torno al consumo de marihuana en el proyecto de ley en trámite.
Pero como muy importante complemento se debe hoy agregar lo sustancial del contenido del documento que, hacia noviembre de 2012, ha expedido una Comisión del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), que también integran representantes de las siguientes entidades: Sociedad Uruguaya de Análisis y Modificación de Conducta, Sociedad Uruguaya de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica, Sociedad de Psiquiatría del Uruguay, Asociación Psicoanalítica del Uruguay, Sociedad de Psicología Médica y Medicina Psicosocial, Sociedad de Psiquiatría Biológica; también la Cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina, la Comisión de Tabaquismo del SMU, y quien lo representa en dicha comisión.
En dicho documento, del cual publicó partes fundamentales --que próximamente serán complementadas-- la Revista de la “Asociación de Afiliados a la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios” en su ejemplar del corriente mes, Nº 253, se insertan argumentos que tienen verdadera trascendencia para explicar la inconveniencia que emanaría de la sanción de tal proyecto de ley por el Poder Legislativo. Se hará muy abreviada mención en la presente columna de algunos de los muy importantes elementos de juicio que contiene dicho informe, que confirman la pertinencia de las opiniones negativas a las cuales se aludió en el precedente comentario sobre el tema.
Se expresa en dicho documento que el Comité Ejecutivo del SMU está preocupado por “el incremento del consumo de alcohol y de drogas ilegales en la población, pero en especial en los más jóvenes. Las estrategias que se han utilizado en prevención del consumo de esas sustancias no han tenido hasta el momento los efectos esperados”. A ello se agregó que se ven desdibujados objetivos de la salud pública que deberían ser los centrales en cualquier estrategia de política de drogas, para colocar énfasis en eliminar las consecuencias de la estrategia de prohibición de venta ilegal de marihuana, y de “quitarle el negocio al narcotráfico”. Entiende que ha sido ineficaz la estrategia de prevención y tratamiento de consumidores de drogas.
Se expresa asimismo que se ha multiplicado por seis el consumo de marihuana en los últimos 12 meses, y que de su uso se ha aprendido que no solo derivan efectos placenteros o recreativos, sino que el consumo de la marihuana no es inocuo, pues confirma que puede deteriorar la capacidad para conducir vehículos con seguridad, y que hacerlo bajo sus efectos se asociaría con mayor riesgo a lesiones y muerte por siniestros en el tránsito, y también somnolencia.
También que contribuye a precipitar el inicio de la esquizofrenia en edades más tempranas, con influencia sobre su evolución, y con aumento del número de descompensaciones. Se agrega la incidencia en la aparición de trastornos de ansiedad, en el desencadenamiento de ataques de pánico y en el deterioro del desempeño cognitivo con alteración del aprendizaje.
Se señala también que el Sistema Nervioso Central completa su desarrollo aproximadamente a los 25 años, y por tanto que su vulnerabilidad neuropsíquica es mayor; vale decir, el riesgo de daño es significativamente entonces más alto que cuando ya se es adulto.
Se señala también que en la adolescencia es cuando surgen los patrones de uso de drogas, que en niños y adolescentes podría verse afectado su rendimiento escolar, ya que el cannabis puede disminuir las capacidades de memoria inmediata, de concentración, de vigilancia, de atención. Por ello el uso crónico en niños y adolescentes puede disminuir las capacidades cognitivas, como son el procesamiento de la información y razonamiento, lo que puede conducir al fracaso escolar.
Y en adolescentes, el consumo intenso de marihuana puede causar apatía, desinterés, indiferencia, alteraciones emocionales y cansancio. Se pueden deteriorar las relaciones interpersonales (familia, amigos) y también las actividades sociales, el desempeño escolar, laboral y deportivo.
Durante el embarazo el agente activo de cannabis llega al feto. No hay evidencia científica de la exigencia de teratogénesis, sí se ha observado bajo peso al nacer. Y algunos estudios han relacionado el consumo materno intenso de marihuana durante el embarazo con alteraciones en el desarrollo cognitivo y conductual de niños y adolescentes.
Tales los elementos de juicio que hemos considerado útil tomar de la parte hecha pública de dicho documento, los cuales sin duda confirman la gran inconveniencia que tendría la sanción del proyecto de ley en trámite sobre marihuana, el cual en lo esencial habilita a producir cannabis para consumo personal, y la tenencia y consumo de marihuana, bajo severas condiciones.