Opinion | 12 Sep Es esperado hoy en Valentín, departamento de Salto, el presidente José Mujica, junto al directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), a efectos de presidir el acto de inauguración de las obras de reforma de la policlínica del lugar, las que fueron financiadas mediante donaciones de establecimientos agropecuarios, y a la vez se hará entrega oficial de una ambulancia donada por un laboratorio.
La presencia de un presidente en una localidad del Interior siempre es motivo de una expectativa especial, al posibilitar el acceso directo al jefe de gobierno y transmitirle directamente reclamos e inquietudes del lugar. Pero en este caso, la inquietud de los salteños va mucho más allá de su departamento, y comprende también a Paysandú, la región Litoral norte y más aún, el norte del río Negro, por cuanto el Centro Médico de Salto pretende dialogar con el mandatario respecto al ya añejo anhelo de los salteños de instalar un Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE) en el área de cardiología.
Por supuesto no es un tema desconocido ni novedoso para Mujica ni para el Ministerio de Salud Pública y la propia ASSE, desde que desde hace más de una década se ha venido planteando el tema, y hasta ahora lo que se ha recibido son solo promesas y esquives elegantes, con palmaditas en el hombro, pero sin hechos concretos.
La falta de un Instituto de Medicina Altamente Especializada en la región provoca “una gran iniquidad”, sentenció hace casi un año el Dr. Ciro Ferreira, director del Hospital de Tacuarembó, uno de los centros hospitalarios que aspira a ser centro de un IMAE, junto con Salto, en el área de la Cardiología. La reflexión del director de uno de los centros de salud más prestigiosos del país va en línea con la prédica que lleva adelante EL TELEGRAFO desde hace décadas, en el sentido de que los residentes en los departamentos del norte del río Negro, como así también de otras áreas del territorio nacional más alejadas de Montevideo, se ven postergados en el acceso a la atención en medicina de alta tecnología, involucrando por ejemplo un área crítica como la cardiología, nada menos.
Hace varios meses, en un encuentro de fin de semana de todos los intendentes con el presidente José Mujica en la estancia presidencial de Anchorena, el intendente salteño Germán Coutinho mantuvo un contacto aparte con el mandatario y le encargó encarecidamente que se ocupara personalmente de llevar adelante el proyecto de instalación de un IMAE en Salto, para la atención de pacientes cardiológicos de los departamentos más alejados de Montevideo. El jefe comunal salteño se jugó de esta forma una carta que calificamos en su momento como desesperada, por cuanto las administraciones pasan, los ministros de Salud Pública y titulares de ASSE de una misma administración también, y el proyecto del IMAE no se concreta, más allá del apoyo verbal y las promesas que se suceden sin ser respaldas por hechos.
En este caso, Coutinho apeló a que el mandatario ha señalado en repetidas ocasiones que su prioridad es atender las demandas del Interior, como es el caso de la Universidad Tecnológica y el intento de mejorar la atención de la salud en el medio rural, para ver si con el impulso presidencial se logra vencer las barreras que hasta ahora se han levantado para generar las condiciones que permitan hacer realidad este proyecto.
Pero pasan los días, las semanas y los meses, y en el centralismo montevideano parecen vivir en otro mundo, ajenos a los problemas e inquietudes de todos los días de los ciudadanos del Interior.
Así, hemos visto que la agenda del gobierno y sus legisladores se ha visto ocupada entre otros temas de “gran” importancia, como es la legalización de la comercialización de la marihuana y el matrimonio entre homosexuales, y que no ha tenido tiempo de ocuparse, y mucho menos de promover acciones concretas, para que el norte del país cuente con un IMAE cardiológico que permite reducir el tiempo de atención de miles de pacientes que residen a cientos de kilómetros de Montevideo.
Debe tenerse presente, en cuanto a prioridades entre Montevideo e Interior, que según datos del propio Fondo Nacional de Recursos, en un infarto agudo de miocardio la probabilidad de acceder a una angioplastia de rescate es entre tres y siete veces mayor para pacientes del área metropolitana que para un paciente del norte del río Negro.
Ahora, ante la presencia de Mujica, las fuerzas vivas de Salto volverán a jugarse la carta presidencial respecto a un tema que sin dudas es de conocimiento del mandatario, y nadie puede ignorar que estamos ante una iniciativa que depende de la decisión política del gobierno de turno.
Y hasta ahora ha faltado decisión de las autoridades nacionales de romper con el esquema de intereses de las grandes corporaciones de profesionales y la burocracia del propio Estado, que han sido determinantes para que todos los IMAE cardiológicos del Uruguay estén instalados en Montevideo.