Paysandú, Jueves 19 de Septiembre de 2013

Recibimos y publicamos

A los medios de prensa digo lo siguiente

Locales | 15 Sep Todo comenzó un lunes 19 de agosto a la noche hora 23 en la cual mi señora madre de 82 años de edad, que hasta ese momento bien de salud, sintió un dolor intenso. El mismo no pasaba por sí solo por lo que opté por llamar a una joven para que quedara con ella, porque a mí se me venía el horario de entrar a trabajar, a lo cual la joven llamó a un médico. Éste la revisó en la casa y se retiró, aunque mi madre continuaba con un dolor muy intenso que no era habitual en ella.
Se llamó nuevamente por parte de la joven a la profesional, la cual envía una ambulancia para que la trasladen a emergencia de Comepa. Hasta ahí todo bien, la atienden, la examinan, toda la rutina previa antes que venga a revisarte un médico; la revisan, le dan un calmante y para atrás. Yo llego al otro día, martes 20 de agosto y todo seguía igual, grito desesperado y empecé a llamar primero a Siet --que deja mucho que desear porque me cobraba por mandar la ambulancia casi 1000 pesos--; me acordé que era socia de la Cochería San José y a los cinco minutos estaba trasladando nuevamente a mi madre a emergencia. Nuevamente todo el proceso, le dieron de todo y el dolor no cortaba. Optaron por llamar a un cirujano y al rato que se desocupó apareció, ordenó una serie de análisis, placas, y por último una tomografía. Ahí apareció que tenía un infarto intestinal. Me llamó el doctor Fender y me explicó lo que tenía, que había que abrir --no había otra-- y que era posible que no saliera con vida por lo avanzado de su edad y porque tal vez no tenía solución; era un 92% de posibilidades que se quedara en la operación y un 8% que resistiera y la verdad resistió tremenda cirugía.
Gracias a la gente de emergencia y a la gente de CTI intermedio. Sale del block la llevan a sala intermedia del CTI (martes 20, miércoles 21, jueves 22), donde se recupera de una manera que el propio doctor me decía que estaba asombrado por la recuperación que había tenido y se coordina el pase a sala viernes 23. Sábado 24, domingo 25, lunes 26 y martes 27, se sigue recuperando pidiendo agua en todo momento, comiendo gelatina y con todo lo demás que le venían dando vía muscular; hasta acá todo regio.
Se coordina con la familia los turnos para cuidarla las 24 horas, mi madre tenía servicio de Emacon --lamentable, deja mucho que desear porque dejó que llevaran por error a cualquier paciente. Porque justo en el turno de esta empleada --martes 27 entre las 16 y las 22 horas-- viene lo que yo y cualquiera de ustedes estaría de acuerdo conmigo en que se comete una negligencia por parte del camillero, llevando por error a mi madre María Donato nuevamente al block; dicen que se la llevó conectada sin mi autorización porque para que ella vuelva a ingresar al block tenía que ser con mi autorización, pero le erró de sala y de paciente; se da cuenta del error, regresó al block a avisar pero mi madre pasó más de una hora y media chupando frío.
Previo a todo esto yo hice los tramites de rigor ya que se me había dicho que si todo continuaba así, recuperándose, le daba de alta cosa que en la noche del 27 todo cambió en nuestras vidas y en ella misma cuando desde su regreso del block fue decayendo día a día. Esa negligencia la venía apagando y la apagó del todo el día jueves 31 a la hora 9.
No callemos actitudes como estas para que de aquí en más no se repita este tipo de negligencia que en mi caso se llevó a mi madre y abuela, la cual tenía cuerda para rato si no hubiera sido por este gravísimo error el camillero que debería ser dado de baja.
A todos los que nos acompañaron en su corto velatorio porque ese era su querer. También por este medio aprovecho para agradecer a la guardia de seguridad del sanatorio que luego del error ni paraba en su escritorio, era tanta la rabia que me la fui; para todas las personas que se acercaron al banco de sangre y al resto de lo que queda de mi familia por los EE.UU., también muchísimas gracias y que deja un vacío a mi hija Ana Cecilia la cual quería conocer a la abuela pero se fue, que Dios la tenga en el recuerdo de todos; fue y será una gran madre. Alvaro Carlos Barrios Donato


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