Ante floraciones algales, destaca Julio Pintos

Locales | 22 Sep Las floraciones algales que se registran en el verano en el río Uruguay, como en otros cursos de agua, son consecuencia del vertido de fósforo a las aguas, debido a la erosión, porque la tierra arrastra también el fósforo utilizado en los fertilizantes, sostuvo a EL TELEGRAFO el exintendente Julio Pintos, quien cumple tareas como asesor en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Subrayó que mediante el plan de manejo de suelos de este ministerio este problema se ha reducido sustancialmente, en el marco de las acciones preventivas.
Sobre las acciones respecto a las floraciones algales, Pintos expuso que “el MGAP está trabajando fuertemente con la Dinama en este momento, y estamos saliendo todos los viernes a recorrer los tambos, por el manejo de efluentes” en la cuenca sur.
Destacó que se ha detectado que el problema de las floracione algales “es la presencia de fósforo en el agua” y que “las aguas tienen alto contenido de este elemento. En determinado momento queda estancada, cuando no llueve mucho, se registran altas temperaturas y al tener alimento las algas se reproducen rápidamente”.
“Eso pasa en el Santa Lucía, pasa en el río Uruguay, como hemos visto acá en Paysandú, sobre todo cuando el río está bajo, y cuando hay poca agua toma temperatura y, como hay mucho fósforo, las algas se reproducen rápidamente”, subrayó.
Acotó que “el informe que dieron los decanos de tres facultades da cuenta que la contaminación por fósforo se debe a la contaminación difusa, producto de la erosión de la tierra, por lo que la contaminación del río no obedece a vertidos cloacales ni tambos, sino que responde a toda la historia de erosión de suelos que tiene el país”.
Consideró que gran parte de esta erosión se originó en la década de 1950, cuando había más agricultura que hoy y se araba cuesta abajo, en zonas donde se plantaba el trigo, incluyendo a Paysandú.
“Ha sido importante el plan del uso y manejo de suelos por el MGAP, a partir del cambio tecnológico de la agricultura por siembra directa, por lo que no se ara más la tierra, y este ha sido el cambio tecnológico más importante para combatir la erosión”, destacó, a lo que se agrega el uso responsable del suelo, para el que se tiene que presentar un plan con rotación de cultivos. “Todo eso tiene respaldo científico, con vistas a no perder el suelo y que con él se va el fósforo”, que es consecuencia de los compuestos fosforados de los fertilizantes, que son acumulativos en el agua, señaló Pintos, a la vez de reafirmar que el plan de uso y manejo de suelo “lo que hace ahora es contener la erosión y al hacerlo se evita que el fósforo vaya al agua con la tierra”.