Paysandú, Viernes 04 de Octubre de 2013
Locales | 29 Sep Hay alternativa
Hace casi 10 años el FA gobierna el país y 25 años Montevideo. Estos gobiernos, gracias a sus mayorías regimentadas, nunca podrán hablar de palos en la rueda u oposición sistemáticas, como las que aplicaron con total éxito durante todos sus años en la oposición. Por tanto todo lo que dejen para mal (la mayoría) o bien, será solamente de su más absoluta responsabilidad. Sufrimos el paradigmático asalto al correo de Pocitos con la muerte alevosa de un policía, esto es fruto de la total impunidad con que actúa la delincuencia, demostrando la incapacidad que tiene el partido gobernante de cambiar las leyes son negociar con nadie. Su análisis protector “del malandraje” no es objetivo, por su sesgada e ingenua ideología (recordamos los menores fugados escoltados por dos senadores de la República, luego convertidos en sus rehenes vergonzantes, Lorier y Arismendi; la liberación de presos masiva y con un 70% de reincidencia de Díaz; la inefable Tourne con sus desfiles ecuestres y “Twitter duchero” o el actual incapaz e irresponsable Bonomi). Permiten el permanente conflicto y decadencia de la enseñanza desde su visión corporativista. Salud desastrosa, con Hospitales sin atención. Infraestructura en ruinas. La “tercerización compañera” de empresas públicas bajo el derecho privado, sin ningún control de organismos del Estado o las subsidiadas y endeudadas empresas auto gestionadas, donde nadie se apropia de la plusvalía de sus “desprotegidos asalariados”, pero que pagamos todos. Fuerzas Armadas funcionales a sus intereses con presupuesto mínimo y fronteras abiertas al tráfico de drogas y dineros de los K. Desvío del producto de la carga impositiva con nivel de primer mundo y servicio de cuarta, hacia el asistencialismo demagógico y clientelístico. Permanente pérdida de competitividad que sufrirán los asalariados. Soportamos los complejos de superioridad de la señora Topolansky, las palabrotas de Mujica, la sustitución de la impopular no devolución del Fonasa por el aumento de los combustibles “azufrados” de Lorenzo o los insultos de la ensoberbecida dirigencia del PIT-CNT. El FA perdió los años de mayor bonanza de la historia del país, pretendiendo implementar políticas probadamente fracasadas. ¿Cómo hará el FA para coordinar (con la billetera flaca) su colcha de retazos, sus variadas políticas económicas y sus ahora dos candidatos? Por acá la dejamos para no llover sobre mojado.
Esto se podría comenzar a arreglar con una sociedad atenta, comprometida y consciente de su deber: tutelar el patrimonio de todos. Que vote políticos de “derecha” (si ahí estos “iluminados” los quieren encasillar), que se comprometan especialmente con la defensa del futuro del país y de la población honrada que los mantiene.
En el nuevo gobierno el estado deberá tener presencia integral y asumir los reales roles que tiene que cumplir. Revalorar las instituciones. Erradicar los barrios en los que no entra la Policía, donde no tienen enseñanza calificada, ni pueden asistir enfermos los prestadores de Salud. Recomponer la competitividad perdida por la carga impositiva asfixiante, tarifas desfasadas del mundo, inseguridad de cumplimiento de reglas, baja productividad, mano de obra poco calificada. Si las empresas comienzan a enlentecer su producción, celulósicas, frigoríficas, etcétera y enviar gente al seguro de paro, habrá que ver cuánto aguantan, los inventados e irreales espacios fiscales. Promover TLC defendiendo al país. Fomentar empresas privadas, con compromiso en la creación de trabajo, la sustentabilidad del medio ambiente y el pago de importante canon en caso de explotación de recursos no renovables. A formar los valores morales y éticos en la enseñanza. Mantener la responsabilidad principal de la familia. Elevar los estándares de aprendizaje, en la aprobación de materias aggiornadas a la nueva realidad. Mayor capacitación, para integrarse antes al mercado. Profesores y maestros que por su saber, comportamiento y presencia imponga respeto.
Esto no se arregla cuestionando los desastrosos resultados, avalando por pruebas internacionales, de nuestra corporativizada, anquilosada y estática enseñanza. Deben proponernos que los empleados públicos sean reducidos al mínimo y tengan los mismos deberes, capacidades, horarios y condiciones que los privados. Desregular el mercado de trabajo haciendo posible la movilidad laboral. Aprobar la ley completa de baja de la edad de imputabilidad, con su propuesta de resocialización (soslayada malintencionadamente por la izquierda) de estos delincuentes, en institutos especializados. Negarnos a convertirnos en “orgullosos” cobayos internacionales, erigiendo al “eficiente e incorruptible” Estado en productor, distribuidor y comercializador de marihuana (Mujica) y tal vez de cocaína (Vázquez). Es decir un Estado traficante. Mantener el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero no permitir que este atente contra los “mentados” derechos de los niños (no solo de los menores delincuentes), avasallados por la crianza contra natura, por parejas del mismo sexo, seguramente con consecuencias nefastas en su desarrollo psíquico posterior. No permitir cercenar con la Ley de Prensa, la libertad de opinión (¿no suena esto a medida de la denotada dictadura?). Combatir el asistencialismo clientelista con exigencia de contraprestaciones de trabajo; contra la creencia “zurda”, este no mata a nadie, solo dignifica. Erradicar los molestos y pedigüeños limpiavidrios y cuida coches, que como ellos mismos confiesan, ganan más que muchos empleados honrados y formalizados que aportan desmedidamente, para mantenerlos mediante dádivas. Enfrentar el apagón logístico que sigue acechando, con participación privada, con la gestión estatal siempre incompetente. No seguir en manos del puñado de funcionarios de AFE o supeditando la profundización de Martín García a los “caprichos” de Cristina, apañada por la servil genuflexión de nuestra cancillería. Adaptar nuestra policía a las nuevas modalidades delictivas y redimensionar las FFAA a la superficie del país, para protegerlo de nuevas amenazas. Dotadas ambas de efectivos y armamento de primera, en calidad y cantidad, barcos rápidos para proteger nuestro mar territorial, radares fronterizos con el complemento de un par de cazas interceptores, en lugar de tirar plata en la inviable Alas U o el avión de Sendic; helicópteros suficientes, ejército dotado de desplazamiento ágil, todo coordinado para su efectivo despliegue.
El mejor escudo para defendernos de hipotéticas agresiones externas está basado en nuestros orígenes nacionales, dejando de lado por este “pensamiento hegemónico”, tras la quimérica y maltrecha “historia de patria grande” y los nada recomendables “amigos ideológicos”, como Chávez, Fidel y Cristina.
Hay alternativas viables para el país. Tomémoslas.C.I. 2.837.857-0
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Oct / 2013
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com