Policiales | 01 Oct El can especialmente adiestrado en rastreo de drogas se constituyó en una pieza fundamental en el operativo llevado a cabo el domingo para desbaratar una boca de venta de estupefaciente por la Brigada Departamental Antidrogas con el apoyo del Grupo Especial de Operaciones (GEO), según confiaron a EL TELEGRAFO fuentes vinculadas a la investigación. Como se adelantó, durante el operativo se allanó una casa de dos plantas sita por Park Way, propiedad de un hombre de 30 años, poseedor de antecedentes penales por venta de estupefacientes, y dos fincas precarias linderas.
La utilización del perro --entrenado en la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas-- para rastrear estupefacientes resultó clave en el operativo para poder localizar la droga, cuidadosamente oculta. Tras una intensa labor, incautaron dos tizas de 29 gramos de cocaína. En la casa de dos plantas fueron detenidos el narcotraficante y su concubina, de 22, poseedora de antecedentes penales, en tanto en las otras viviendas detuvieron a tres hombres y a la pareja de uno de ellos. Los seis detenidos y otras dos personas fueron puestos a disposición del juez Penal de Segundo Turno, Fernando Islas, quien al cierre de la presente edición aún continuaba interrogando a los implicados.