Opinion | 29 Sep “Tenemos un sueño, lo digo en el buen sentido de la palabra, de poder construir aquí, en la cabecera del puente, una base fluvial de la Armada Nacional, con un helipuerto”, dijo el ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro y sorprendió a propios y a ajenos.
Es que la secretaría de Estado ya cuenta con un terreno de 30 hectáreas “estratégicamente ubicado” en la zona del puente Gral. San Martín, al que habrá que dotar de infraestructura y depósitos de combustibles para ubicar barcos de manera permanente.
¿Cuánto cuesta construir una base militar? ¿Es necesaria, o al menos, efectiva en Uruguay? ¿Es coherente con el discurso de austeridad y priorización de gastos en los que –finalmente-- coincidieron los dos equipos económicos del gobierno?
¿Un anuncio de estas características a poco de comenzar la temporada turística? ¿Ese es el sueño de un jerarca del gobierno? ¿Una base fluvial, cuando por ejemplo la Prefectura de Paysandú no cuenta con el mínimo necesario de embarcaciones para controlar más de 100 kilómetros de río?
Las preguntas pueden seguir y algunas hasta se pueden contestar.
La reacción de los asambleístas de Gualeguay chú no se hizo esperar y era obvia, en tanto, a la decisión de permitir un aumento de producción a UPM se sumó el anuncio de un integrante del Ejecutivo de cumplir el “sueño” de instalar una base naval en una frontera sensible.
Y en cuanto a la efectividad de una base de estas características, a veces resulta aleccionador recurrir a un archivo que casi nadie resiste. Mientras el expresidente Tabaré Vázquez le solicitaba apoyo a su par norteamericano George Bush, en caso que Uruguay se enfrentase en un “conflicto bélico” con Argentina por la construcción y funcionamiento de la planta de Botnia, realizaba otras consultas que dejaban al desnudo una realidad.
Luego de reunirse con los tres comandantes en Jefe, Vázquez planteó las tensas relaciones existentes con el vecino país. El Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea le confirmó la existencia de cinco aviones y combustible para 24 horas. Incluso la posibilidad de que “si salen nuestros cinco aviones, no vuelve ninguno”.
Esa realidad no cambió, así como tampoco el “estado de indenfensión” en la que nos encontramos, según Vázquez, ante la posibilidad de un escenario de aquellas características. Por eso la pregunta acerca de la efectividad de una obra militar en Fray Bentos.
Probablemente los temas del Uruguay pasen hoy por otro costado y a dos días de celebrar el Día Internacional del Turismo, donde gente con altura de miras demostró la posibilidad de integración y regionalización turística en el litoral uruguayo-argentino, parece desubicado hablar de la instalación de una base militar en la frontera. A veces la ignorancia nos deja en peor “estado de indefensión”, que cualquier otra estratégica decisión que no resulte coherente.