Deportes | 10 Oct Dicen que los técnicos de selecciones no tienen otra que, ante la falta de trabajo permanente con sus dirigidos, apelar a la memoria.
Oscar Tabárez, técnico de Uruguay, ha apelado a ello en muchas ocasiones. Y mañana, cuando los celestes visiten a Ecuador en la altura de Quito, el entrenador volverá a apostar a la memoria. Esta vez no colectiva, porque muchas de las piezas del equipo con respecto a las anteriores eliminatorias no estarán, pero sí pondrá en juego el mismo sistema que tan buen resultado le dio cuatro años antes, cuando en el Atahualpa, escenario del trascendente partido de mañana, venció 2 a 1 a Ecuador.
Aquel triunfo fue vital, porque permitió comenzar a soñar con el repechaje y con el Mundial. Fue esa la última derrota de Ecuador en Quito, y es por eso que este Uruguay, que mañana podría lograr nada menos que la clasificación directa al Mundial de Brasil 2014, apuesta a repetir la receta más allá de algunos nombres.
La selección uruguaya viajó a Guayaquil con equipo definido. En la mañana de ayer, en el Complejo “Uruguay Celeste”, Tabárez paró en la cancha al equipo que será titular ante los ecuatorianos, y quedó definido que se jugará con un 3-5-2 cuando se tenga la pelota, y con un 5-3-2 cuando sea de los locales. Delante de Muslera se movieron tres zagueros, es decir Giménez, Lugano y Godín, a quienes por las bandas se integraron Maximiliano Pereira y Fucile cuando la pelota fue del rival. En la mitad de la cancha estuvieron Gargano, Arévalo Ríos y Cristian Rodríguez.
Y en ataque se movilizaron Suárez y Cavani.
La oncena está definida y el sistema también. Cinco de los titulares repetirán con respecto al partido de las eliminatorias de 2010 (Muslera, Lugano, Maxi Pereira, Gargano y Suárez), aunque la mayoría de los futbolistas tienen en claro que se encontrarán, como en aquella ocasión, con un ambiente hostil, durísimo, la esperable altura y unos cuantos grados más de temperatura, porque para los dos seleccionados se trata de una final.
Hoy, la delegación trabajará en Guayaquil en la mañana, y de tarde volverá a subirse al avión para arribar a Quito, ciudad que albergará el compromiso.
En el hotel, Uruguay consumirá las horas previas a su penúltima presentación en las eliminatorias, sabiendo que a partir de las 19 de mañana comenzará a definir su suerte.
Tras el partido, la delegación volverá rápidamente a nuestro país, porque el martes será tiempo de enfrentar a Argentina.
Si clasificado o no, dependerá de lo que suceda mañana.