Rurales | 07 Oct Escasa demanda generó un bajo porcentaje de toros comercializados en el tradicional remate de reproductores de la 67ª Exposición de Paysandú, realizado con bandera libre de rematadores y administración de Banco de la República y seis meses libres de plazos. “Fue un remate frío, que a pesar de haber mucha gente en la tribuna y alrededores de la pista, tuvo pocos compradores”, fue la primera reflexión de Carlos Arocena, responsable de vender animales para la firma Zambrano y Cía.
Manifestó en diálogo con EL TELEGRAFO que “las toradas estaban excelentes como siempre, pero lamentablemente se vendió un bajo porcentaje”, entendiendo que “no fue un problema de precio porque las cabañas estaban vendedoras, sino que directamente no había interés”.
Sostuvo que “hay mucha gente con campos que todavía no están bien, y eso lleva a una cierta incertidumbre, porque la carne sigue valiendo y la demanda de carne en el mundo sigue existiendo, pero por suerte los remates de cabañas siguen funcionando y esperemos que sea algo coyuntural de este momento”.
En la raza Polled Hereford se comercializaron 8 toros de 30 ofrecidos, entre U$S 3.500 (adquirido por Esteban Morales) y U$S 2.700, promedio U$S 2.925.
En la raza Angus se colocaron 4 toros de 37, entre 3.000 y 2.500 dólares, promedio U$S 2.750. También se vendió un Brangus en U$S 2.800.
Fueron en total, contabilizando reproductores de todas las razas, 13 toros vendidos, promediando U$S 2.861.

EQUINOS
Se vendió el Gran Campeón Cuarto de Milla de cabaña “La Sota” de Hugo Pena en U$S 3.000, siendo rematado por Alexis Quintana para el escritorio De María Agronegocios.