Locales | 07 Oct El Espacio de Diálogo Social realizó en la Escuela 95 la devolución de un trabajo de investigación que se extendió durante dos años –de 2010 a 2012-- acerca de la situación de la discapacidad en zonas de contexto, en Paysandú, Guichón y localidades del interior del departamento.
Este espacio, fundado en 2006, fue promovido por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y está integrado por organizaciones sociales, encargadas de efectuar un monitoreo de las políticas públicas sociales.
Milka Heimen, integrante del equipo, señaló que “lo que percibíamos era que había niños con discapacidad que no accedían a la educación por diferentes motivos, tanto por desconocimiento de sus padres, falta de transporte o por distancia. Incluso sosteníamos que no accedían a los beneficios a través del BPS o en la salud, a pesar del trabajo que realizan las policlínicas”.
Para comenzar el trabajo, el grupo tomó el radio de la Escuela 95 y efectuaron un censo. Este centro educativo “fue elegido por encontrarse en una de las zonas más críticas, además de las encuestas que continuaron en el entorno de otras escuelas en diversas zonas del departamento, incluso en el interior y tanto las encuestas como el censo reflejaron la percepción del grupo”, sostuvo Heimen.
Los resultados obtenidos se presentaron ante la mesa interinstitucional, donde se informó sobre el proceso realizado, bajo el objetivo general de “incidir en las políticas públicas para que los derechos de las personas con discapacidad sean difundidos, respetados y cumplidos, focalizando la inclusión educativa y el acceso a los beneficios sociales, tanto en la ecuación como en la salud”, indica el informe presentado.
Asimismo, llevaron adelante un relevamiento entre maestros y directores de las escuelas que participaron en las encuestas “para conocer si contaban con la capacidad de absorción de esos niños en el aspecto educativo. Quedó claro que no tienen los locales en condiciones, no cuentan con docentes preparados, tampoco hay cursos para mejorar su preparación y faltan equipos multidisciplinarios. Paysandú carece de estos equipos en función de la población de niños con problemas, así como no existe una contención para los maestros que se ven expuestos a esta problemática”, subrayó Heimen.
Al Espacio de Diálogo Social “nos interesa la participación de los maestros y que se incluya la discapacidad en la formación docente”, agregó, en tanto, anunció que durante este mes realizarán un seguimiento de las escuelas encuestadas para observar avances y concreciones.

EL TRABAJO DE CAMPO
Se realizaron un total de 965 encuestas, cuyas preguntas permitieron establecer estimaciones sobre los integrantes del grupo familiar, tipo de discapacidad, escolaridad, distancia del centro educativo, cobertura de salud, prestaciones del BPS, entre otros aspectos. En la primera etapa se encuestaron 748 hogares, de los cuales 169 cuentan con 189 personas con discapacidad. En la segunda etapa, se encuestaron 67 hogares en el interior, contabilizando 35 personas con discapacidad y 150 en la capital, que sumaron 28 hogares con discapacidad y 33 personas discapacitadas.
“De las personas con discapacidad, solo entre el 33 y el 57% concurre a la escuela”, en tanto, “sobresale que en la población censal el 50% no concurre por extraedad. Otras respuestas que dieron los encuestados expresaron que no concurren a la escuela por cambio de institución”, agrega el informe. En cuando a la accesibilidad a un centro educativo, evidencia que “en su mayoría las poblaciones cuentan con una escuela a menos de 10 cuadras”. Sin embargo, “entre 10 y 20% residen a más de 30 cuadras, lo que puede considerarse un factor que dificulta la accesibilidad a la educación”, relata el estudio.