Locales | 09 Oct Como toda industria nacional, la fabricación de ticholos tiene una fuerte competencia extranjera. En este caso, según dijo el ingeniero Alvaro Capurro, se trata de ticholos provenientes de Paraguay, que pese al flete desde aquel país llega a Uruguay a un precio muy competitivo, aparentemente por el costo de la mano de obra paraguaya y la menor incidencia de las obligaciones sociales determinadas en Uruguay por el Banco de Previsión Social, pero que en tierras guaraníes no se aplicarían de igual manera.
Por otra parte, la nueva empresa fabricante, Indre S.A. debe rehacer los mercados para su producto, ya que hasta diciembre era muy poco lo que se fabricaba y se perdió también presencia, particularmente en Montevideo, donde se consume la mayoría de los ticholos del país.

INSUMOS CAROS
Los costos de producción también variaron, ya que por una parte deben conseguir la tierra negra de canteras que a veces están bastante alejadas de la planta, que trabaja con sus propias máquinas y camiones y por ende gastan más en combustible, y también se les presentó un aumento de costos ya que el aserrín de madera, que hasta diciembre era considerado un desecho por los aserraderos y les venía bien que alguien lo retirara, ahora es un bien negociable, y cuesta cien pesos el metro cúbico. La fábrica consume entre 40 y 42 toneladas de tierra negra por día de producción, lo que --luego de agregado el aserrín, prensado y cocinado-- resulta en 30 toneladas de materia elaborada. Dependiendo del producto que sea, promedia unos 6.000 ticholos diarios, prácticamente la carga de un camión.