Deportes | 13 Oct Hay que hacer borrón y cuenta nueva. La fea sensación de quedarse con las manos vacías en Ecuador debe quedar atrás, y hay que dividirse la cabeza en dos: Argentina y Jordania.
La selección uruguaya de fútbol no repitió actuaciones anteriores, falló en Quito y dejó pasar la ocasión de tentar una clasificación directa al Mundial 2014 lo que, más allá de que es posible según los números, es prácticamente imposible (por no decir imposible) en la realidad.
Por eso el equipo de Oscar Tabárez debe meterse de lleno el clásico ante Argentina del próximo martes, que será la despedida de las eliminatorias, con un partido que no definirá nada. Y también comenzar a pensar en Jordania, el rival al que deberá enfrentar en dos ocasiones en el marco del repechaje, tras el que uno de los dos sacará boleto al Mundial.
El partido ante Argentina es un clásico, merece todo el respeto del mundo porque, más allá de la realidad de uno y otro, hay que salir a regalarle a los hinchas una victoria, como obliga la historia.
Pero la Celeste no puede olvidarse del repechaje que, en definitiva, será el peaje que puede darle la clasificación al Mundial. Más allá del rival, la repesca no es una situación desconocida para Uruguay, que ya comenzó a prestarle la atención necesaria como para no sufrir una sorpresa desagradable.