Paysandú, Domingo 20 de Octubre de 2013
Locales | 18 Oct El cadáver de José Miguelez Alvarez, de 68, cuyo cuerpo fuera hallado el domingo en la Balsa del Arroyo Negro --donde en los últimos 15 años se registrara el brutal homicidio de un taxista y la muerte de un comisario investigada durante seis años-- no presentaba agua en sus pulmones, según se descubrió durante la autopsia del cadáver, por lo que la causa de su muerte no sería resultado de ahogamiento y deberá ser ahora establecida por el Instituto Técnico Forense.
Miguelez Alvarez acampó el sábado al mediodía en la zona de La Balsa junto a un grupo de conocidos. Por la tarde, salió a navegar en una embarcación de su propiedad --una kayac de fibra de vidrio-- en compañía de un hombre de 25 años, oriundo de San José, poseedor de tres antecedentes penales, quien había salido días antes de prisión.
Como los navegantes demoraban en regresar, los demás campamentistas los buscaron infructuosamente y solicitaron la intervención de la Policía, implementándose un operativo de búsqueda con personal de la Seccional Cuarta y Prefectura del Puerto de Paysandú.
Al mediodía del domingo, el hombre que acompañaba a Miguelez regresó al campamento. Al ser interrogado, habría manifestado en primera instancia que a los pocos minutos de salir en el kayak, optó por descender de la embarcación y Miguelez continuó navegando solo, mientras él permaneció en la orilla y pernoctó debajo de un árbol de espinillo y al amanecer decidió regresar al campamento, ignorando lo sucedido a Miguelez.
Como su declaración resultaba poco convincente, fue reindagado y habría dado versiones contradictorias, por lo que el magistrado actuante ordenó que permaneciera detenido.
Cuando el cuerpo de Miguelez fue localizado --a 30 metros de donde naufragó su kayac-- junto a los profundos barrancos de la costa sur del arroyo, el juez dispuso la libertad del detenido; ya vencidos los plazos legales para mantenerlo en calidad de tal.
AHOGADO SIN AGUA EN LOS PULMONES
No obstante, cuando en la noche del lunes se practicaba la autopsia, surgieron nuevos indicios que ameritaron la presencia de personal de Policía Técnica en la morgue judicial del Hospital Escuela del Litoral.
El más relevante de esos indicios consistía en la ausencia de agua en los pulmones del cadáver, extremo que debilitó la hipótesis de que la muerte fuera producto de ahogamiento. Informada la Justicia, ordenó el envío de muestras extraídas del cuerpo al Instituto Técnico Forense, donde los expertos deberán determinar el origen exacto de la muerte de Miguelez Alvarez, fundamental para continuar con la investigación judicial.
TERCERA MUERTE EN LA BALSA
Esta es la tercera muerte que se registra en apenas 15 años en La Balsa del arroyo Negro.
El caso anterior, registrado en el año 2001, fue el de un comisario cuya muerte ameritó una investigación que se extendió hasta mediados de la década e incluyó la intervención de un grupo especializado del Ministerio Interior con la colaboración del buscador de tesoros Ruben Collado y su equipo de buceo.
El caso más atroz lo constituyó el asesinato --cometido en 1998-- de un taxista de Fray Bentos, herido con destornilladores en sus ojos y otras partes del cuerpo, y cuyo vehículo fuera incendiado cuando él aún se encontraba con vida.
En Paysandú no existen antecedentes de muertes registradas en el mismo sitio en un lapso tan breve.
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