Locales | 22 Oct Empresarios de varios aserraderos del Litoral –la mayor parte de Paysandú-- plantearon ante la Comisión de Industria del Senado la situación que los afecta por la falta de disponibilidad de madera para aserrado, y consideraron que debería disponerse medidas para que se reserve determinado porcentaje de la madera de los bosques en explotación para la industria nacional del sector.
Advirtieron asimismo que por esta falta de disponibilidad y crecientes dificultades en acceder a madera, puede peligrar el abastecimiento de pallets, cajones y otros insumos para agroindustria, como es el caso de los pallets para los cítricos, muy usados en Salto y Paysandú. De acuerdo a lo indicado a EL TELEGRAFO por empresarios locales del sector, la propuesta transmitida al grupo de trabajo del Senado plantea como una posibilidad que el gobierno establezca que los grandes productores de madera, como es es el caso de Forestal Oriental o Montes del Plata, vuelquen entre el 3 y el 5 por ciento de su forestación a precio de mercado, a la vez que se propone que el Instituto Nacional de Colonización (INC) adjudique zonas de prioridad forestal en posesión de algún organismo del Estado en un negocio con tres actores, con los aserraderos como clientes futuros de esa producción de madera. Desde hace tiempo, acotaron los empresarios, se presentan dificultades para el abastecimiento de madera y ello obliga a los aserraderos a procurar materia prima en lugares alejados, por cuanto la industria de la celulosa se resiste a vender o reservar parte de la producción con que cuenta para sus plantas. Fundamentalmente las madereras plantearon condiciones imposibles de cumplir o precios exorbitantes, al punto que la madera que compran en Rivera o Tacuarembó, a 24 dólares la tonelada, UPM Botnia la ofrece a casi el doble, más precisamente a 45 dólares puesta sobre el camión, más el flete.
En el caso de Forestal Oriental, consideraron que pese a la negociación, no se han registrado avances, y a la vez de ofrecer un precio considerable por la madera puesta en Paysandú, se han exigido importantes depósitos de dinero, pagando por anticipado un monto equivalente a miles de toneladas.
Sin dudas, una solución sería la de que los propietarios de aserraderos puedan plantar sus propios bosques para su explotación, pero esta solución si bien es una posibilidad a largo plazo, no permite atender la situación actual ni el futuro inmediato, pues los bosques para aserrío demandan no menos de 15 años, en tanto en el caso de la pulpa el ciclo de corte es de siete a ocho años, pero con un diámetro que no permite el aserrado.