Paysandú, Miércoles 30 de Octubre de 2013
Opinion | 26 Oct Pese a que días antes había descalificado la oferta, y dijo que “si pidieron 400.000 dólares para sacar una revista no me pidan un canal ahora”, el presidente José Mujica reconoció que se apresuró y se equivocó al guiarse por los “titulares” para descalificar públicamente la oferta del consorcio que integra el diario capitalino La Diaria.
Reconocer un error siempre es pertinente y mucho más criterioso que persistir en él para no dar el brazo a torcer, pero ocurre que esta no es la primera incontinencia verbal del mandatario por la que ha tenido que desandar sus pasos, confirmando a la vez su dicho --marca de fábrica-- de que “como te digo una cosa te digo la otra”.
El Poder Ejecutivo anunció las autorizaciones para operar canales de televisión digital abiertas y cambió la recomendación de adjudicar uno al consorcio Pop TV por el proyecto de las cooperativas La Diaria y Demos, al que había descalificado poco antes. “Cometí un error porque hablé sin saber los detalles. Cuando hablé tenía solo los titulares. Me pasé todo el fin de semana leyendo todos los papeles y me di cuenta de que había hablado antes de tiempo”, se excusó el presidente.
Hablar sin conocimiento de causa, guiándose por los titulares y sin saber el contenido, es una falta gruesa en cualquier persona, porque lo menos que debe hacerse antes de hablar es saber de qué se está hablando y tener algún conocimiento del tema, salvo en conversaciones “de boliche”, donde todo el mundo opina y la prioridad es hablar para matar el tiempo.
Pero un presidente no está en rueda de amigos ni puede salir a decir cualquier cosa de lo que sea, porque está de por medio la investidura y la representación del gobierno y del país. Mucho peor es pedir perdón y volver a hacerlo, como ha ocurrido en anteriores oportunidades.
Y específicamente en lo que refiere a la adjudicación de canales, es notorio que ha habido desprolijidad y falta de transparencia, y si bien se salió a proclamar a tambor batiente que esta vez las adjudicaciones no se hacían tras bambalinas, como en gobiernos de los partidos tradicionales, la enmienda ha sido peor que el soneto, porque con toda razón el ciudadano es inducido a pensar que se hizo un llamado solo para salvar las apariencias.
Como en tantas oportunidades, se llegó al “dedazo” en favor de quien mejor le parece al gobierno, en este caso entregando la concesión a un medio embanderado con la izquierda, haciendo que no haya nada nuevo bajo el sol en materia de transparencia y ética.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Oct / 2013
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com