Rurales | 26 Oct A razón de un toro por minuto, “La Acacia” de Octavio Martigani y familia, comercializó su muy buena producción Aberdeen Angus en el local de la Liga del Trabajo de Guichón. A cargo de Indarte y Cía., con administración de Banco de la República, la subasta transcurrió con gran agilidad y muy firme demanda por los toros de campo, lográndose precios razonables.
Reproductores bien presentados –mejor que el año pasado, al decir de quienes fueron al remate-- y con un plus que favorece al establecimiento de la zona de Santana, a 10 kilómetros de la ciudad de Guichón; responden en cualquier campo, al ser criados en la piedra del basalto y conviven con ovejas y una alta dotación. Esto permite que funcionen sin inconvenientes en cualquier campo del país.
Con esta particularidad, la demanda actuó rápidamente, algunos comprando de a tres lotes para no quedarse sin ejemplares, teniendo en cuenta que la oferta comprendía 36 toros de campo –se vendieron todos-- y tres planteleros, vendido uno de ellos fuera de pista.
Primero fueron los de tres años, colocándose por el martillero Walter Hugo Abelenda entre 3.600 y 3.100 los 19 toros, con un promedio de U$S 3.289. Posteriormente fueron 17 de dos años, vendidos entre 3.300 y 2.800, promedio U$S 3.061, incluyendo al toro plantelero. Este fue vendido en U$S 4.500, precio máximo del remate. Se despacharon 37 toros con promedio de U$S 3.217.
Luego se vendieron 11 toros Polled Hereford de estancia “Cerro del Bombero”, dispersados entre 3.000 y 2.000, con promedio de U$S 2.318.
“A pesar de que previamente estábamos algo preocupados porque los últimos remates venían complicados por el porcentaje de venta colocado, la gente volvió a valorar el esfuerzo de la familia Martigani, lo cual nos llena de orgullo como firma rematadora”, dijo a EL TELEGRAFO Gonzalo Indarte.
Remarcó el estado de los toros, “con una diferencia muy importante respecto al año pasado, lo que fue valorado por la gente que llegó a Guichón”. Acotó que “quedó gente sin comprar, algunos de ellos nos indicaron que como venía la zafra pensaban que comprarían a precios inferiores, sobre todo los compradores de lotes”.
Octavio Martigani hijo, se mostró muy conforme con el resultado del remate. “La torada de campo se vendió muy ágil y con valores razonables”, dijo.