Paysandú, Domingo 03 de Noviembre de 2013
Locales | 03 Nov Mientras el gobierno prevé pagar por derechos de autor y ofrecer la descarga libre de textos de estudio en Internet y la Universidad se inclina también por facilitar el acceso mediante el uso de modalidades virtuales para facilitar el acceso a los libros de estudio, estudiantes universitarios y liceales de todo el país se encuentran recolectando firmas para una reforma legal que habilite la reproducción de materiales de estudio siempre que sea con propósitos educativos y sin fines de lucro como forma de “garantizar el libre y democrático acceso al material de estudio”.
Entre las primeras repercusiones de los procesamientos realizados en Montevideo tras la denuncia de la Cámara del Libro, el diputado José Carlos Cardoso ya ingresó al Parlamento un proyecto de ley para que mediante el pago de un canon los centros de fotocopiado puedan hacer copias de este tipo de materiales.
Como es de público conocimiento, recientemente el juez subrogante, Martín Gesto, dictó el procesamiento sin prisión de 14 personas por el caso de la reproducción ilícita de libros, que terminó con el cierre de más de una decena de locales y allanamientos en la Galería Montecarlo, frente a la Facultad de Derecho, en Montevideo. La Justicia les tipificó venta, reproducción y almacenamiento de obras públicas sin autorización de los titulares.
El referido procesamiento generó gran polémica, así como una notoria preocupación por el acceso al material de estudio por los estudiantes liceales y universitarios, para quienes imprimir y fotocopiar es cosa de todos los días.
Aquí en Paysandú son numerosos los comercios --mucho de ellos ubicados en las proximidades de los centros educativos de Enseñanza Media y terciaria-- que realizan fotocopias de textos de estudio. Según fuentes consultadas, tras los hechos de Montevideo en algunos lugares habría disminuido esta actividad, pero todo parece indicar que ningún centro de fotocopiado ha dejado de hacer fotocopias. ¿Por qué se hacen fotocopias? Las razones más señaladas es el costo de los libros, además del hecho que, en muchos casos, las bibliotecas tienen pocos ejemplares de los libros que los estudiantes necesitan, siendo en algunos casos aportados por los propios docentes.
En este sentido, en algunos comercios realizan fotocopias de carpetas en las que se van guardando los materiales que aportan docentes de diferentes asignaturas a efectos de que los estudiantes puedan contar con copias a lo largo del año.
PROPUESTAS DE MODIFICACIONES
En varios lugares de habitual circulación de estudiantes y profesores del Centro Universitario de Paysandú hay disponibles formularios de adhesión a la campaña nacional de firmas pro acceso abierto a materiales de estudios, iniciada por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU).
“Es nuestro deber defender el acceso democrático y abierto al conocimiento por parte de todos los uruguayos y es nuestro derecho tener una educación pública, gratuita y de calidad. La educación es un derecho humano cuyo acceso debe ser garantizado por el Estado y un bien común a ser defendido. El acceso al estudio no debe estar condicionado por el poder adquisitivo de cada uno”, dice la papeleta y agrega: “Por tales motivos apoyo la modificación de la normativa vigente sobre propiedad intelectual para facilitar el acceso a materiales de estudio a todos los uruguayos”, solicitando a continuación nombre, apellido, cédula de identidad y firma de quien adhiere a la iniciativa.
Por su parte, el diputado José Carlos Cardoso (Rocha) presentó una iniciativa parlamentaria que, en caso de aprobarse, permitiría que, mediante el pago de un ficto, los centros de fotocopiado puedan realizar copias de libros de texto sin cometer delito.
Consultado al respecto, dijo que el tema de las fotocopias “en principio parece ser un asunto pequeño pero es enorme y de un impacto muy importante en todo el país”.
“Hay que resolver el problema de la coyuntura, atender la realidad de estudiantes que durante muchos años estuvieron estudiando en fotocopias. Hay que resolver el problema ahora porque estamos en época de parciales y próximamente exámenes”, opinó.
La solución propuesta por el legislador consiste en la creación de un registro de centros de fotocopiado que estará bajo la supervisión del Consejo de Derecho de Autor (actualmente existente en la órbita del MEC) y el pago de un arancel especial, estableciéndose así un sistema similar al utilizado actualmente por las radios a los efectos de la reproducción de temas musicales. A su vez, el Rectorado de la Universidad de la República integró un equipo de trabajo para analizar el tema y proponer soluciones legales.
“DESALAMBRAR EL CONOCIMIENTO”
El rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, dijo a EL TELEGRAFO que la Universidad de la República está trabajando en este tema con asesoramiento de abogados y opinó que “hay que hacer modificaciones legales para que el uso de textos y la copia de textos para uso de estudio, es decir fotocopiar una parte de un texto para estudiar, esté protegido debidamente”.
Señaló el rector de la Universidad que ésta también integró un equipo de trabajo --que incluye a la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, abogados y docentes que trabajan en el Entorno Virtual de Aprendizaje de la Universidad (EVA) de la Udelar-- que está analizando la normativa vigente con la finalidad de proponer cambios para facilitar el acceso al conocimiento.
“Esa es la clave, tenemos que buscar en vez de alambrar, que se vaya desalambrando el conocimiento y se pueda acceder fácilmente a él”, opinó.
“Juan Andrés Ramírez, destacado abogado y profesor de nuestra Facultad de Derecho decía el otro día que lo que está mal es el exceso. Que me dedique a fotocopiar todos los libros de un profesor que durante 20 años se rompió el alma para escribir un texto y los vendo, es algo que no puede ser. Pero, agregaba Ramírez, si llevo una sentencia judicial a mi clase o un capítulo de libro al que los estudiantes no pueden acceder de otra manera, para que lo fotocopien, es otra cosa”, agregó Arocena, quien dijo también que en su vida ha fotocopiado “muchas cosas”.
ENTORNOS VIRTUALES
La otra vía que la Universidad pretende desarrollar para el acceso a materiales de estudio son las modalidades virtuales. “Ésta y la siguiente generación va a estudiar cada vez más por mecanismos virtuales y sus nietos van a preguntar qué era eso de no estudiar por mecanismos virtuales y no lo van a poder entender”, dijo Arocena.
“Hay que multiplicar el acceso gratuito virtual a los materiales de estudio, con el debido respeto a los derechos de autor y haciendo que tengan una compensación quienes escriben un texto”, afirmó.
“Lo que hay que hacer es afinar la normativa vigente --por eso estamos trabajando con abogados-- para ayudar a mejorarla y por otro lado y sobre todo insistir en el acceso virtual. Eso tiene mucho que ver con el estudio fuera de Montevideo, porque buena parte del estudio que se hace fuera de los centros más poblados, hace un uso intenso del acceso virtual al conocimiento. Así pues, no estamos hablando de temas demasiado divorciados”, agregó.
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