Opinion | 04 Nov “Somos medio atorrantes, no nos gusta tanto trabajar. Nadie se muere por exceso de trabajo, pero no es un país corrupto, somos un país decente”, dijo el presidente José Mujica hace algún tiempo ante un grupo de inversores en España.
“No nos matamos trabajando en términos generales, aunque existen excepciones. Siempre nos las ingeniamos para lograr fines de semana largos”, sostuvo en una audición por M24. “Tenemos que repartir más, pero también generar más: somos medio pachorrientos”, repitió el mandatario en otra oportunidad.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas que datan de 2011, los uruguayos trabajan 39,3 horas semanales. Si la OCDE tomara en cuenta a Uruguay, finalizaría ubicado en tercer lugar solamente debajo de México, con 42,8 horas semanales y Corea, con 40,2.
La media de los países que conforman la OCDE, trabaja 33,28 horas por semana; en tanto, Uruguay lo hace seis horas por encima de ese guarismo. Nuestros clásicos ejemplos: Estados Unidos y Japón, trabajan 34,4 el primero y 33,6 horas por semana, el segundo.
O los paraísos europeos, tales como Holanda, Alemania, Noruega, Francia e Irlanda lo hacen por debajo de las 30 horas semanales.
En este caso, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), o también denominada “Club de los países ricos” por agrupar al 70% del mercado mundial y representar el 80% del producto bruto nacional, no se caracteriza por edulcorar resultados.
No obstante, si la discusión se desvía hacia cuánto rinde el dinero obtenido en uno u otro país en relación a las horas trabajadas, diremos que esa será una discusión para otra columna.
El punto hoy es utilizar las cifras emanadas de una consulta nacional para compararlas con un organismo internacional –del cual no formamos parte-- para contrarrestar las clásicas opiniones que los uruguayos tienen sobre sí mismos.
Incluso si esas opiniones las amplifica el mandatario en la cara de los europeos, que como España, por ejemplo, se ubica en el rango de países que trabaja en promedio entre 30 y 34 horas semanales.
Las palabras llegan hasta nosotros mismos y si no veamos una encuesta de la empresa Factum, que en mayo pasado publicó que el 46% opinaba que a los uruguayos les gustaba trabajar y el 42%, que no. En tanto, ni sí ni no correspondía a un 11%.
Es decir que, en la práctica, Uruguay trabaja más que cualquier país desarrollado. Que el dinero no alcanza como en aquellos lugares es harina de otro costal.