Locales | 10 Nov QUEBRACHO (Por Aldo Boffano). Preocupados por lo que consideran reiterados actos de abigeato y robos en Quebracho y su zona aledaña, vecinos de la localidad se reunieron con autoridades policiales y el intendente Bertil Bentos para analizar la situación.
En la reunión, coordinada por el alcalde Mario Bandera, participaron el intendente Bertil Bentos, el jefe de Policía, Alberto Camacho, el sub jefe inspector mayor Héctor Muñoz, el encargado de la Brigada Especializada de Prevención de Abigeato (Bepra), oficial Johny Paiva, el director de Seguridad, Jorge Pintos, y el titular de la Seccional Sexta con asiento en la villa, comisario Milton Barboza.
Ante unas 40 personas, el jefe de Policía brindó una reseña de las actividades de prevención que se cumplen y los vehículos con que cuentan. Hizo hincapié en las dificultades para obtener en el corto plazo un aumento de la dotación de personal en el departamento y en particular en la Seccional Sexta. “Ya pedí más efectivos” y “hasta después de la aprobación del nuevo presupuesto, sólo tengo para administrar los recursos actuales”, indicó. En los planteos y exposiciones de los vecinos, muchos relataron sus desagradables experiencias por el abigeato, y robos en la propia localidad “de los que hemos sido víctimas en nuestros domicilios a tempranas horas de la noche mientras estábamos cenando en un restaurante local”, oportunidad aprovechada por los ladrones para, “a una y dos cuadras del lugar, y en forma casi simultánea, ingresaran a nuestras fincas y robaran dinero y efectos varios”, indicaron.
En tanto el presidente de la Asociación de Colonos del Uruguay, Diego Henderson, señaló que “al haber participado un colono en un abigeato en la zona, se debió comunicar al ente para que aplicara el artículo 101° de la Ley de Colonización mediante el cual se podría sancionar hasta con expulsión del predio al colono implicado”. Por parte de los jerarcas del Bepra se informó que, del hecho se dio cuenta a una funcionaria del Instituto Nacional de Colonización, pero el jefe Regional, Enrique Regazoni, resaltó que “ese informe debería ir a las más altas jerarquías, como el propio Directorio”, tomando Camacho nota de ello. El jefe de Policía dio cuenta de las limitaciones en cuanto a personal para cubrir de mejor manera las demandas de los lugareños. Estos, al no encontrar la respuesta que esperaban, quedaron con una sensación que se reflejó en la expresión: “¿Y ahora qué podemos hacer?” Si bien sobrevoló lo oportuno que resultaría la convocatoria de las Mesas de Convivencia Ciudadana, no se profundizó sobre el punto, aunque el comisario Barboza manifestó su interés en reunirla. Ante la necesidad de participación de otros organismos, se consideró que “en la reunión deberían haber estado presentes representantes del Poder Judicial y del INAU”. Al respecto, Bandera, quien también tiempo atrás fue víctima de robos, expresó: “Cuando se me pidió que convocara esta reunión, no se consideró la asistencia de otras reparticiones y por ello no se les hizo llegar la invitación”. La desazón de los vecinos, que se fueron retirando poco a poco, era notoria y manifiesta, aunque muchos agradecieron a las autoridades por haber estado presentes para “dar la cara”. Dos días después de esta reunión, EL TELEGRAFO tomó conocimiento que se produjeron en la villa: un intento de robo en una casa ubicada en Rivera entre 18 de Julio y 8 de Octubre, y se perpetró otro en una finca de la calle 33 Orientales, con múltiples perjuicios para la familia propietaria que, paradójicamente, también cenaba en el restaurante local mientras le hurtaban.