Opinion | 07 Nov A cinco años de la aprobación de la Ley de Acceso a la Información Pública, la cual reconoce a texto expreso el derecho de todas las personas a acceder a la información en poder de los organismos públicos sin necesidad de justificar razón alguna, mucho queda por hacer todavía para avanzar hacia su uso activo por parte de la población y la necesaria adecuación de los diferentes organismos y reparticiones públicas.
La referida ley plantea un verdadero cambio de paradigma al considerar la información pública como un activo del ciudadano, en vez de un elemento de poder de la Administración.
Este instrumento sacudió las formas tradicionales de gestionar y organizar la información dentro de los organismos, obligándolos en repensar la información desde un enfoque ciudadano, publicando aquellos datos que revisten especial interés para la población, en formatos accesibles y reutilizables.
El gobierno ha creado la Unidad de Acceso a la Información Pública con el objetivo de difundir la Ley y la capacitación a la ciudadanía para que ésta se apropie del derecho que tiene y lo utilice.
No obstante, desde el ámbito privado también hay importantes esfuerzos que están siendo desarrollados para facilitar el acceso de los ciudadanos a la información, como es el caso del portal quesabés.uy, que permite a cualquier persona realizar un pedido de acceso a la información a cualquier organismo público uruguayo.
El mismo se encuentra basado en el software de origen británico Alaveteli y fue inicialmente diseñado por un equipo uruguayo en la Universidad de Oxford. DATA (Datos Abiertos, Transparencia y Acceso a la Información) y Cainfo (Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública) unieron esfuerzos para lanzar el portal en Uruguay.
Se trata de una herramienta en línea que completando una serie de pasos simples, permite generar pedidos de información correctamente estructurados y enviarlos sin necesidad de conocer más que el nombre del organismo. A través de este sistema no solo se simplifica y pone al acceso de todos el proceso, quedando las respuestas recibidas a disposición del resto de los usuarios en el sitio web.
Queda mucho por hacer todavía para que el derecho de acceso a la información sea ejercido por un mayor número de conciudadanos, como un verdadero instrumento de control y participación, como un derecho no solo de periodistas, legisladores y abogados, sino de todas las personas. La transparencia es una responsabilidad del gobierno y un derecho ciudadano. No es una condición natural de las organizaciones sino que hay que construirla. Y en esa construcción cada uno de nosotros tiene una responsabilidad por asumir.