Locales | 07 Nov La Asociación de Funcionarios de la Enseñanza Media de Paysandú (Afempay) adhiere al paro de 24 horas planteado por la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) durante la jornada de hoy.
La asamblea de delegados resolvió que los docentes, cuyos alumnos deban rendir sus parciales, “quedan en libertad de realizar las coordinaciones pertinentes. El espíritu es no perjudicar a los estudiantes”, dijo a EL TELEGRAFO el presidente de Afempay, Horacio Acuña. El dirigente agregó que “el sentimiento de Afempay es el mismo que se refleja en el comunicado de la Fenapes” y explicó que repudian “la criminalización de las protestas sociales y la judicialización de las actividades relacionadas a un reclamo de justicia por parte de las organizaciones sociales y de los trabajadores”.
Acuña señaló que “en ese sentido expresamos nuestro rechazo al juzgamiento de los siete integrantes de diferentes organizaciones que luchan por justicia”.
El comunicado de la Fenapes recordó que los activistas se movilizaron en febrero pasado en “repudio al traslado dispuesto por la Suprema Corte de Justicia de la jueza Mariana Mota, para evitar que continuara con las investigaciones de las violaciones de DD.HH. cometidas durante la dictadura cívico-militar”.
Según la Federación, “varios compañeros fueron citados por el Departamento de Operaciones Especiales (DOE)” y “fueron sometidos a una serie de preguntas de carácter político-ideológico, las cuales pusieron de manifiesto la clara intencionalidad de reprimir a integrantes de organizaciones sociales y a la estigmatización de las mismas”.
La Fenapes aseguró que “la selección de siete militantes entre cientos se realiza con el objetivo de emitir una señal ejemplarizante y desmovilizadora al pueblo uruguayo, siguiendo los lineamientos de criminalización de la protesta social y utilizando la nefasta figura de asonada”, al tiempo que no consideran “a este atropello como un hecho aislado, sino como una muestra más de los intentos que la cara visible del poder realiza por controlar y vigilar a una sociedad que se expresa y reclama justicia y verdad”. Finalmente, se comprometió a “ejercer un contrapeso al discurso oficial dirigido a la juventud uruguaya, donde se intenta infundir el miedo y, por tanto, desmovilizar y pulverizar los territorios de participación social”.