Policiales | 08 Nov El control de las instalaciones del Centro de Rehabilitación de Paysandú, excárcel departamental, fue tomado por los internos del establecimiento en medio de un violento motín iniciado tras un corte general de energía eléctrica registrado pasadas las 22.
Según información extraoficial recabada por EL TELEGRAFO, desde el establecimiento se alertó del corte de energía y, de acuerdo al procedimiento de rigor, se solicitó apoyo a Radio Patrulla para reforzar el área perimetral. Poco después, comenzaron a escucharse golpes de objetos metálicos y en las puertas, procedentes de los pabellones, por lo que se reforzó el operativo en el perímetro carcelario con personal y móviles de todas las dependencias y en el lugar se hizo presente el subjefe de Policía, inspector mayor Héctor Muñoz.

COMENZARON A LIBERARSE
Seguidamente, personal apostado en las casetas del muro Oeste, que da hacia calle Joaquín Suárez, alertó que los reclusos habían comenzado a romper los vidrios de los pabellones que dan hacia el patio. Ante ésto, se impartió la orden de disparar balas de goma para impedir el egreso de los internos alojados en los pabellones. Sin embargo, instantes después, efectivos de la misma caseta alertaron que dos presos lograron escapar hacia el patio central del establecimiento y comenzaron a liberar a los presos de los otros pabellones.
Ya pasadas las 23, densas columnas de humo comenzaron a elevarse de los pabellones ubicados en el nivel superior, por lo que se solicitó la presencia de Bomberos. Una dotación de esa dependencia acudió al lugar y empezó a combatir las llamas que comenzaron a emerger desde el sector Este, junto a la huerta. A las 23.30, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) se hizo presente en el establecimiento, a donde momentos después arribó el jefe de Policía, inspector principal (R) Alberto Camacho.

REPRESIÓN Y DESCONTROL
Posteriormente, también se constató que salían llamas por las ventanas de la llavería, ubicada en el sector Oeste del establecimiento, y el fuego se extendía rápidamente.
Ya para entonces, el jefe de Policía había dado la orden de no ingresar a la cárcel hasta que no estuvieran dadas las condiciones para hacerlo y de reprimir el motín mediante el uso de armas largas desde las casetas de control ubicadas sobre el muro perimetral. A la vez, se hicieron presentes el juez penal Fernando Islas y el fiscal de turno. “En este momento la cárcel está tomada” comentó a EL TELEGRAFO uno de los efectivos actuantes. Próximo a la 1 de la madrugada, en medio de una oscuridad absoluta y una densa humareda que obstaculizaba totalmente la visual, los policías disparaban hacia el interior del establecimiento, con la prohibición de ingresar a la cárcel, que, al cierre de la presente edición, aún permanecía totalmente fuera de control.