Paysandú, Jueves 14 de Noviembre de 2013
Locales | 10 Nov El sistema “cero kilo” se mantiene estrictamente en el puente “General Artigas”. Los funcionarios de la Dirección Nacional de Aduanas hacen cumplir la disposición tomada en abril pasado y que está claramente expuesta en un gran cartel en la cabecera uruguaya, donde están los controles aduanero y migratorio.
Más allá que todos los sanduceros --y muchos visitantes-- lo saben y lo respetan, aún puede verse diariamente que en los tachos dispuestos por las autoridades cada día termina algún producto que se intenta ingresar ilegalmente, entre los que hay fideos, azúcar, sal y aceite, así como productos de limpieza y tocador. El sistema de “cero kilo” establece que no puede ingresarse ningún producto de origen extranjero por el puente, excepto que se cumpla la norma de los turistas uruguayos que pasan más de 24 horas fuera del país, y pueden ingresar mercaderías variadas --no del mismo tipo-- por hasta 150 dólares.
NO CRUZAN EL PUENTE
También está abierto el paso para que los transeúntes, en su mayoría sanduceros, ingresen al Área de Control Integrado (ACI) que va desde el ingreso al puente, donde están los controles de Prefectura y de Paso de Frontera, hasta el peaje de CARU. Algunos de los que ingresan caminando, muy pocos, van hacia el control migratorio y aduanero para registrase como peatones y cruzar el puente a pie, lo que está autorizado.
Sin embargo, al menos hasta esta semana en que EL TELEGRAFO constató los hechos, muchos de los que ingresan caminando --la mayoría--, pasan por la senda derecha del ingreso al ACI, más allá de las cabinas de control migratorio y aduanero para salir de Uruguay y donde no hay funcionarios de la Aduana uruguaya sino que son argentinos, hasta llegar --a unos 30 metros de las cabinas-- al local de la tienda libre de impuestos, Tax Free Shop, que supuestamente puede venderle exclusivamente a quienes salen de Uruguay con destino a Argentina.
VERLOS PASAR
Si bien los funcionarios del Free Shop no pueden saber quién va de salida de Uruguay (la tienda no tiene ventanas y no se ve de donde vienen los clientes o si lo hacen a pie o en vehículo), queda en evidencia para un observador desde fuera del local, quienes no van de paso sino que van expresamente a comprar a ese lugar cual si fuera un supermercado, aunque fino y de productos importados sin impuestos.
Basta estar un rato en las afueras del puente, antes de la curva de ingreso al ACI, para ver los vehículos que estacionan en el cantero central de avenida de las Américas cuyos pasajeros van a pie hasta el ingreso al paso de fronteras, y directamente hacia la tienda libre de impuestos. Eso lo ve también cualquiera que haga la cola en vehículo para cruzar hacia Colón. Minutos después, a los que ingresaron a pie se los ve salir con bolsas plásticas de color gris oscuro, nada llamativas, que son las que utiliza la tienda para que sus clientes carguen con sus compras, pasando sin problemas por la misma senda de ingreso, lejos del control aduanero. Sin embargo, al parecer esto sólo ocurre en horas del día, por cuanto sí se aplican controles de acceso de peatones al predio durante la noche.
VIEJA PRÁCTICA
Esta práctica, la compra por uruguayos (no en tránsito hacia Argentina) en el Tax Free Shop, es de vieja data, desde que se instaló décadas atrás el comercio en el puente. Mal o bien en varias épocas (entre medidas restrictivas de cero kilo que regían para todos) se pudo ingresar --como ahora-- libremente al predio del paso de frontera y comprar las ofertas de whisky importado, vinos finos y perfumes de marcas internacionales a precios que a veces son un 50% menos que en una góndola de un comercio uruguayo.
Claro que no hay fideos semolados baratos, si los hay son italianos y en dólares, y no hay aceite de soja, sino que son buenas las ofertas en aceite de oliva español. Lo mismo con los finos arenques en lata, o las sardinas españolas, bastante más baratas que el precio de lista de la misma marca y origen en un comercio sanducero, pero también sensiblemente más cara que las que se pueden traer los uruguayos de un supermercado de Colón. Y ni hablar de los perfumes, o un whisky escocés, como por ejemplo el doble etiqueta negra, que en Uruguay cuesta $1.690 y está en oferta en el Free Shop (según su página web) a dos por U$S 99, unos $2.180, a razón de 1.090 pesos el litro.
ESTO NO PASA; ESO SÍ
Es la frase que, obligadamente, deben utilizar los funcionarios aduaneros cuando un uruguayo a pie, en moto o en auto que pasa por las cabinas de control, quiere ingresar ilegalmente un botellón de aceite Cocinero o cualquier otro producto alimenticio, o un producto de limpieza. Y es la norma, anunciada claramente en los carteles, la que lo impide.
Pero la misma norma, técnicamente, es la que rige para los productos que los sanduceros compran en el Tax Free Shop, y que lo ingresan a Uruguay también de manera ilegal. Sin embargo, no es “tan cero kilo”.
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