Prófuga cinco años en su casa en Salto; pasará seis en prisión

Policiales | 11 Nov Una mujer de 38 años acordó pasar seis años en prisión y pagar una multa de 6.000 pesos, en un juicio abreviado en el que admitió que integraba una banda dedicada al narcotráfico, liderada entonces por su esposo, que en el año 2004 logró huir del Área de Control Integrado (ACI) del puente internacional “General Artigas” en un automóvil con 44 kilogramos de pasta base de cocaína en el que habían ingresado irregularmente al país y al que abandonaron en las cercanías del tendido internacional.

ESPECTACULAR FUGA
Como informó oportunamente EL TELEGRAFO, en abril del 2004 un automóvil Peugeot 506, matrícula argentina SFU 678, guiado por un hombre de tez oscura y cabello negro, arribó al destacamento sanducero de Aduanas. Durante la inspección, uno de los funcionarios descubrió que detrás del asiento trasero había un espacio y al correr levemente el respaldo, observó una tapa que daba hacia el baúl del vehículo pero que, extrañamente, no era visible desde éste. Evidentemente, existía un compartimento oculto entre el habitáculo y el portaequipajes. Para una mejor revisación, el aduanero solicitó que estacionara el vehículo en la senda vecinal. El automovilista accedió, pero en un descuido aplicó violentamente reversa e hizo retroceder el rodado hasta salir de la senda y tomó velozmente a contramano por la misma vía por la que había ingresado. A elevada velocidad, pasó frente a los otros puestos de control y llegó al peaje, donde embistió una barrera de caño y continuó la marcha.
Al día siguiente, la Policía argentina ubicó el auto abandonado a unos 500 metros del empalme de las rutas 14 y 135. En el compartimento oculto se encontró un total de 38 paquetes con pasta base de cocaína y otros 12 paquetes más pequeños con la misma sustancia, que totalizaron 44 kilos.

EXTENSA INVESTIGACIÓN
La investigación iniciada tras la fuga del automovilista desde el puente “General Artigas” se prolongó durante tres años hasta que el 17 de agosto de 2007 se detectó un automóvil Volkswagen Senda que intentaba ingresar a Uruguay con 40 kilos de cocaína; en este caso el coche venía en Buquebus. Al día siguiente, se allanaron dos viviendas en Buenos Aires en donde se incautaron 61 kilogramos de cocaína, celulares, anotaciones, precursores químicos y distintos elementos para la elaboración y fraccionamiento de estupefacientes. Cinco personas fueron detenidas en agosto de 2007, pero Griselda Villegas, una ama de casa salteña de 38 años, se mantuvo prófuga durante más de cinco años.

DESBARATAN LA BANDA
En el año 2009 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná condenó a Germán Condori García, expareja de Villegas, a 10 años de prisión como organizador de la banda delictiva; Rogelio Condori, su hermano, fue condenado a seis años de cárcel como responsable del delito de almacenamiento de estupefacientes agravado; su pareja, Roxana Rocha recibió una pena de cuatro años de cárcel; mientras que Paulo Víctor Castro Villegas, sobrino de Griselda, fue condenado a seis años de prisión como autor del delito de tentativa de contrabando de exportación de estupefacientes agravado. La investigación iniciada con la espectacular fuga desde el destacamento de Aduanas de Paysandú permitía entonces desbaratar una banda que producía cocaína y la transportaba clandestinamente a Uruguay para su comercialización.

ESTABA EN SU CASA
No obstante, Griselda Villegas permaneció prófuga hasta que fue detenida el 24 de octubre del año pasado. La pasada semana la mujer fue condenada a seis años de prisión y se le impuso el pago de una multa de 6.000 pesos. Además, en el acuerdo celebrado entre el fiscal José Ignacio Candioti y el defensor oficial Mario Franchi se le impuso a Villegas una inhabilitación especial de cinco años para el ejercicio del comercio y 12 años para desempeñarse como funcionaria o empleada pública. Curiosamente, la mujer admitió que entre 2008 y 2012 vivió en su casa de la capital salteña, con sus hijos, a los que acompañaba a la escuela e incluso atendía a los asistentes sociales que realizaban el seguimiento de los chicos.

“MADRE ANTES QUE PRÓFUGA”
“Soy culpable de algunas cosas que me corresponden y me hago cargo de lo demás porque me conviene”. Con esas palabras, Griselda Villegas admitió ante la jueza Lilia Carnero su responsabilidad en la producción, comercialización y contrabando de estupefacientes por los cuales fue condenada. La mujer admitió haber transportado droga a Uruguay en reiteradas ocasiones, pero negó haber estado prófuga: “En ningún momento me llegó una notificación de presentarme. No me fugué. Cuando se produjo la detención de Condori García (su esposo), sabía que me tenía que presentar a la Justicia, pero no lo hice por un motivo muy principal: no tenía con quién se queden mis hijos, porque antes de ser una prófuga de la Justicia, soy madre de cuatro hijos y no me dio para dejarlos solitos”, dijo.