Dijo el rector de la UdelaR

Locales | 19 Nov “Uruguay no tiene claro todavía que aquí, en esta región, está el mayor potencial académico que tiene el país fuera de Montevideo en términos de generación de conocimiento, de oferta educativa y de estudiantes, así como vinculación real y potencial con la producción”, afirmó el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena. En diálogo con EL TELEGRAFO sostuvo que el país “no hace aún la gran apuesta que debe hacer” porque “en el marco de diez años de crecimiento no se ha propuesto una política de Nación para cambiar la educación”. En este sentido, consideró fundamental alcanzar las mejoras que se necesitan en Educación Media.

OBRA NO RECONOCIDA
El rector de la UdelaR destacó el notable crecimiento que está teniendo la región Noroeste --integrada por Salto, Paysandú y Río Negro--, donde se están desarrollando carreras tradicionales, nuevas y otras que no se dan en ninguna parte del país sino acá, como la Licenciatura en Ingeniería Biológica. “Cuando leo la lista de las carreras que se ofrecen en Paysandú y Salto y repaso el conjunto de equipos docentes que hay acá no se me ocurre una sola área de importancia para el país donde no haya posibilidad de ayudar”, dijo, al destacar como un caso emblemático la instalación en Paysandú y en el “corazón del litoral” del laboratorio del Polo Agroindustrial y Agroalimentario, que tiene características únicas en el país. Sin embargo, opinó que “Uruguay no tiene claro eso” y sostuvo que “en otra parte del mundo una concentración de estas cosas como la que hay en el incipiente Centro Universitario de la Región Noroeste atrae la atención de todo el país y es permanentemente jerarquizado”. “El país aún no hace la gran apuesta que debiera hacer. Si el Uruguay quiere transformar estos 10 años de crecimiento económico en desarrollo económico sostenido y a largo plazo, lo que tiene que hacer es incorporar masivamente gente altamente calificada y conocimiento de primer nivel a toda la producción de bienes y servicios”, añadió.
“El país no está reconociendo la obra que se hace para expandir la educación terciaria y universitaria, así como la generación de conocimiento y su uso socialmente valioso. Si el Uruguay quiere apostar al conocimiento para el desarrollo al 2020 esta debiera ser una región marcada por la contribución educativa, investigativa y de colaboración con actores sociales y productivos. Ojalá sea así”, añadió.

MEJORAR LA
EDUCACIÓN MEDIA
El rector de la Universidad manifestó su preocupación por la situación de la Educación Media y recordó que “estamos teniendo menos del 40% de egreso en cada generación de Educación Media”. “La Universidad tiene defectos y carencias que hay que superar, pero se rompe el alma y en siete años hemos logrado incrementar en un 50% la graduación. Sin embargo, en un país donde la población no crece, si no empiezan a entrar muchos más estudiantes que culminen la Enseñanza Media y accedan a la Universidad, la situación no mejorará”.
“Miramos con mucha preocupación el proceso de construcción de una institución universitaria de Educación, que consideramos necesaria”, explicó.
“Para que mejore la Educación Media se necesitan muchas cosas, pero una de las más importantes es darle a mucha más gente una formación para el desempeño de la docencia, una formación más sólida que la que estamos dando hasta ahora. Tenemos el deber de ayudar, estamos con el Consejo de Formación en Educación pero no vemos que el país convoque a todas las energías posibles para ser una verdadera educación universitaria en educación. Eso está en la lista de asignaturas pendientes, como otras”, dijo Arocena. En este sentido sostuvo que si Uruguay quiere generalizar la enseñanza terciaria y universitaria “es necesario transformar la Educación Media. No puede ser que se nos sigan perdiendo una cantidad de chiquilines en el tránsito de sexto año de escuela a primer año de Enseñanza Media y no puede ser que menos del 40% de los jóvenes de cada generación concluyan la educación Media”.
“El país tiene hoy mucho menos gente en la miseria e indigencia pero si queremos seguir progresando y no ser dependientes de una coyuntura más o menos transitoria en materia de economía internacional, tenemos que apostar al conocimiento y la educación superior porque si no vamos a volver a conocer lo que ya hemos conocido en otros períodos de la historia: bonanzas seguidas de grandes decepciones. Aquí podríamos dar el giro. El Uruguay viene de diez años de crecimiento, le está prestando más atención a la población pero no se está proponiendo una política de nación para cambiar la educación”, expresó. Consideró que una política de Estado en ese sentido debe “involucrar a todos los actores de la nación, políticos, educativos y sociales. A veces uno tiene la impresión que el sector político se olvida del resto de los actores cuando habla de la transformación educativa. Hay que tener una mirada de largo plazo, porque una infraestructura de educación superior, ciencia y tecnología demanda 15 años de inversión en serio”, sostuvo.
En una alegoría ciclista, Arocena expresó que en el quinquenio anterior, en materia de educación, el país “hizo algo así como un corredor que queda atrasado del pelotón y lo alcanza. Para eso fue necesario hacer una inversión importante en la educación. Para este quinquenio yo esperaba que pasáramos de una posición retrasada en el pelotón por lo menos a estar por la mitad, pero nos quedamos en el mismo lugar”, puntualizó.