Paysandú, Sábado 23 de Noviembre de 2013
Policiales | 22 Nov La Justicia Penal dispuso procesar por homicidio a un sujeto de 19 años e iniciar un proceso infraccional a otro de su misma edad --por ser menor cuando cometió el delito-- que en febrero de 2012 ultimaron a golpes con alfajías a Alfredo Culshaw Oddone, de 84 años, en su chacra sita en Calle 14 entre K y L, cerca de Parada Esperanza, en una muerte considerada incialmente producto de un accidente hasta que se demostró que se trataba de un crimen, a través de una trabajosa investigación de la Seccional Cuarta de Policía, al mando del comisario Alfredo Coelho. Como adelantó EL TELEGRAFO, a las 11 del 4 de febrero de 2012, fueron alertados por vecinos que Culshaw Oddone se hallaba caído en el patio de su casa, con lesiones visibles en su rostro a lo cual se constituyó al lugar la Policía y lo trasladó al Hospital Escuela del Litoral, donde presentó “politraumatismos múltiples, hematoma en rostro, y erosiones en tórax y cuello”, y falleció a la madrugada siguiente.
INVESTIGABAN OTRO CRIMEN
La Policía en ese momento se encontraba ocupada en la investigación del homicidio, ocurrido días antes y a escasa distancia, de Carlos María Fraga Riera, de 86 años, ultimado por el conocido delincuente Carlos Mauricio Peregalli, quien con un trozo de hierro golpeó al anciano en la cabeza para luego arrojarlo a un arroyo. Cuando Culshaw Oddone apareció caído al frente de su casa, cerca de su recado y de su yegua, efectivos de la citada dependencia recogieron versiones de vecinos que sugerían que el chacrero había caído, como en otras ocasiones, del equino, y luego fue coceado por el animal. La jueza que actuaba en carácter de subrogante dispuso la entrega del cuerpo a sus familiares luego de que fuera sometido a un examen forense en el Hospital Escuela del Litoral. El resultado de la autopsia dio cuenta de múltiples lesiones cuya naturaleza coincidía con la hipótesis inicial de la muerte, ya que el cuerpo presentaba heridas similares a las causadas por cascos de equino. De todas formas, se solicitaron otras pericias, como el envío de muestras del cadáver al Instituto Técnico Forense. Sin embargo, un dato confidencial obtenido hace cuatro meses por efectivos de la Seccional Cuarta llevaron a sospechar que la muerte ocurrida más de un año antes no habría sido accidental, sino causadapor una agresi.
SILENCIOSA INVESTIGACIÓN
Los policías de Porvenir iniciaron entonces una minuciosa investigación que --para prevenir eventuales fugas de información, ya que los presuntos autores de la muerte se encontraban en el propio pueblo-- se llevó a cabo bajo estricta reserva. Así se recogieron varios testimonios que indicaban que la muerte del chacrero habría sido resultado de una rapiña cometida por Rodrigo Agustín Portillo Peregalli, quien entonces acababa de cumplir 18 años y ahora cuenta con 19, con un antecedente por abigeato, y es hermano del delincuente Mauricio Peregalli, que resultara procesado con prisión por el homicidio de Fraga Riera.
Según la información recogida, Portillo Peregalli habría cometido la rapiña junto a M.A.I.A., quien entonces tenía 17 años y ahora 19, y habrían comentado luego el delito a otro joven, quien actualmente también cuenta con 19 años. La prueba reunida, de carácter exclusivamente testimonial, ya que la material había sido obviamente borrada por el paso del tiempo, fue tan abundante y contundente que los investigadores transmitieron la copiosa información obtenida a la jueza Penal de Cuarto Turno, María Jimena Alonso, quien dispuso entonces el inicio de las actuaciones.
LO MATARON A GOLPES
En consecuencia, a las 7 del miércoles se practicaron tres allanamientos en Pueblo Porvenir en donde fueron detenidos Portillo Peregalli, M.A.I.A. y el otro joven presuntamente implicado. Las indagatorias practicadas permitieron corroborar que el 4 de febrero de 2012, los dos primeros concurrieron desde Porvenir en la moto de Portillo hasta la chacra de Culshaw Oddone, a sabiendas de que vivía solo y ante la presunción de que guardaba dinero en su casa. Al llegar, el chacrero estaba en el patio de su casa, recostado sobre el recado. Tras saludarlo y entablar conversación, lo empujaron y cada uno de ellos tomó una alfajía que encontraron en el lugar, con las que le propinaron una brutal golpiza. Mientras uno de ellos continuaba golpeándolo, el restante se dirigió al interior de la casa y hurtó desde un cinturón 800 pesos.
INTENTÓ DEFENDERLO
Al escuchar los gritos de Culshaw, su yegua asumió un peculiar comportamiento para un animal de su especie ya que se encabritó, se acercó al chacrero y se colocó sobre el cuerpo de su dueño, en actitud de protegerlo y propinando furiosas patadas contra el piso; algunas de las cuales habrían alcanzado a su amo, causándole las lesiones que luego fueron confundidas con coceos propinados tras la caída, en la hipótesis inicial del accidente. Una vez perpetrada la rapiña, Portillo y M.A.I.A., regresaron a Porvenir y concurrieron a la casa del otro joven, al que le narraron lo sucedido.
TENSIÓN EN JUZGADO
En conocimiento, la jueza Alonso dispuso que los tres detenidos fueran conducidos al juzgado y tras tomar declaraciones, resolvió en primera instancia que el joven que no estaba directamente implicado en la rapiña recuperara su libertad y que los otros dos permanecieran detenidos y conducidos nuevamente a la sede judicial en la tarde de ayer, en un clima de tensión, ya que familiares de Portillo Peregalli se habían aglomerado en torno a la sede.
Culminadas las actuaciones, se dispuso el procesamiento con prisión de Portillo Peregalli, por un delito de homicidio a título de dolo eventual en concurrencia y en régimen de reiteración real con un delito de hurto especialmente agravado. Por otra parte, a M.A.I.A., como cumplió la mayoría de edad un mes después de cometer el crimen, se le inició un proceso infraccional en calidad de autor imputable, en los términos establecidos por el Código de la Niñez y la Adolescencia, de un delito de homicidio a título de dolo eventual en concurrencia y en reiteración real con un delito de hurto especialmente agravado. Como medida cautelar, se dispuso su internación, privada de libertad, en dependencias de INAU, durante 90 días, plazo durante el cual la Justicia continuará trabajando en procura de adoptar otro tipo de medidas.
Cuando Portillo Peregalli salió de la sede judicial, ya procesado, sus familiares trataron de aproximársele, pero la Policía se los impidió. Uno de los familiares intentó dañar el móvil policial, por lo que fue detenido y conducido a la Seccional Primera.
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