Locales | 28 Nov La alcaldesa de Guichón, Lourdes Suárez, retomó funciones tras su licencia médica. “De inmediato inicié dos giras por las jurisdicción para ver el estado de los caminos y para conversar con los vecinos sobre el deterioro producido tras las anteriores lluvias (no las últimas) al Este de Guichón y hasta Morató”, dijo a EL TELEGRAFO.
Mientras un equipo “trabajaba en la colonia Pintos Viana, adonde hace 29 años no llegaba una máquina vial, teníamos previsto con el Departamento de Obras el uso de una aplanadora para atender el camino hacia Morató, pero la máquina se rompió y aunque se arregló ni un día duró el arreglo, lo que provocó atrasos”.
Tras visitar Morató, “ante la realidad vial de la zona, con muy malas condiciones para camiones y ómnibus, hablé con el director de Vialidad, José Farinha, avisándole de la situación. Al mismo tiempo ordené al capataz que llevara la maquinaria disponible para trabajar en ese camino”.
“Hemos leído en EL TELEGRAFO un par de notas en las que se subraya cómo determinados tramos de la vasta caminería rural de nuestra jurisdicción, no se encuentran en las mejoras condiciones. No vamos a decir que no es cierto, porque es obvio que mientras trabajamos en determinadas zonas, otras --cuyos caminos soportan un tránsito muy superior al que pueden-- se deterioran”, dijo Suárez.
“Lo que ocurre, y lamentablemente sobre lo que no se nos preguntó, es lo mismo que en todas las áreas rurales del país: los gobiernos departamentales, los municipios y las juntas locales no tienen los recursos necesarios. Tampoco el personal suficiente, la maquinaria apropiada. Y los convenios con el Ministerio de Transporte, como se sabe, solamente cubren parcialmente --diría que muy parcialmente-- la caminería rural”, agregó. “Entonces, sin duda que reconocemos que hay tramos en mal estado y también comprendemos la preocupación y hasta el enojo de algunos vecinos. Pero ellos mismos son los primeros en saber qué pasa cuando llueve por ejemplo. Ellos saben cómo los carteles determinan la prohibición de tránsito pesado hasta tres días después. Ellos saben que eso no se cumple; a veces por ellos mismos. Entonces, hay que ser coherentes y especialmente hay que decir toda la verdad”, explicó la alcaldesa de Guichón. “Hay puentes diseñados para soportar hasta 4.000 kilos, pero resulta que pasan con cargas de 35.000 kilos. Y no les importa si llueve o no. Obviamente destrozan todos los caminos. Después hablan contra el municipio. Pues, aceptaremos siempre nuestra responsabilidad; pero que lo hagan también los vecinos, las empresas de transporte y todos quienes usan --a veces en mala forma-- la caminería rural. Lo que hace un mes se hizo se destruye a la primera lluvia. Actuemos todos responsablemente”, subrayó.