Rurales | 29 Nov Las precipitaciones registradas en el mes de noviembre, que alcanzaron 160 milímetros en las cercanías de la ciudad de Paysandú (más de 200 en otros puntos), generan dificultades en los productores a la hora de realizar la trilla de los cultivos de invierno, y en buena medida también complican la siembra de los cultivos de primera de verano. Fueron más de 15 días de precipitaciones en el departamento de Paysandú en un mes de 30 jornadas, tomando como referencia datos a partir de un milímetro, y de acuerdo a lo informado a EL TELEGRAFO, por la estación de Meteorología de Paysandú. Las lluvias paralizaron las cosechas de trigo en todo el país y al norte del departamento los cultivos maduros sufrieron el exceso de agua y perdieron calidad panadera, en tanto que las cebadas tienen buenos rindes y alta calidad.
En algunos casos, la diferencia entre un agua y otra fue de pocos días, por lo que ni bien la humedad de la tierra lo permitía, los productores ingresaban a las chacras. Incluso, en jornadas de temperaturas sobre los 30 grados, el trabajo de trilla prosiguió durante la madrugada. Las cosechas de trigo venían un poco más atrasadas que las de cebada y en muchas zonas estaban comenzando. Se estima que en Paysandú se ha logrado levantar hasta el momento alrededor del 30% de la siembra de trigo, en tanto en zonas del litoral sur se aguardan los últimos días de maduración para comenzar a levantar las primeras chacras. El calor y las constantes lluvias deterioran el grano del trigo y lo hacen perder calidad panadera.
Esta situación ya fue vivida por productores del Norte, principalmente en Salto, semanas atrás. Se supo que trigos que se comenzaron a levantar temprano tuvieron problemas de brotado y perdieron calidad panadera. El peso hectolítrico (valor fundamental para la comercialización del grano) estaba bastante bien y con el fusarium no hubo mayores problemas.
Esto ha llevado a que se observen diferencias importantes de calidad en una misma chacra, principalmente entre diferentes variedades.
En cebada, las trillas están un poco más adelantadas, pero no están superando el 30% del área.
El común denominador en todas las zonas es una muy buena calidad industrial y rendimientos altos.