Paysandú, Miércoles 04 de Diciembre de 2013
Locales | 02 Dic Después de Salto y Rivera, que son los departamentos con mayor déficit habitacional del país, Paysandú y Montevideo comparten el tercer lugar, con un 4,5%, según surge del Reporte Social 2013, publicado por el Ministerio de Desarrollo Social y Presidencia de la República.
La información actualizada recientemente por la Dirección Nacional de Vivienda, a partir del Censo de Población, Hogares y Vivienda de 2011 indica que el déficit de viviendas en Salto es de un 6,6%, en Rivera un 5% y en Paysandú y Montevideo un 4,5%, mientras que Artigas tiene un 4,4%, tratándose de las situaciones más relevantes en el país.
Los departamentos con menor déficit habitacional son Rocha (1,7%), Colonia (1,8%) y Flores (1,9%), en tanto que Río Negro presenta un 3,8%, Soriano un 3,3%, Canelones un 3,8%, seguidos de San José (2,9%), Florida (2,4), Lavalleja (2,1%), Maldonado (2,9%), Cerro Largo (2,6%), Treinta y Tres (2%), Durazno (2,6%) y Tacuarembó (2,8%).
Déficit habitacional
La Dirección Nacional de Vivienda (Dinavi) ha estimado que el déficit cuantitativo global actualmente alcanza a 50.000 viviendas (para albergar al mismo número de hogares, ya que se hace el supuesto de asignar una vivienda a cada hogar). La estimación se realizó a partir de la información del Censo 2011.
El déficit se estimó en base al conteo de hogares particulares que cohabitan con otros en una misma vivienda, ocupan la casa sin permiso o habitan en una ruinosa o de materiales precarios (viviendas que hay que reponer del stock).
PANORAMA NACIONAL
En Uruguay, en los últimos quince años el parque habitacional ha crecido en forma muy importante, aunque esta tendencia dista de brindar un panorama optimista para superar el déficit habitacional. Los mayores incrementos han sido de viviendas que probablemente no están disponibles para las familias que no acceden a una solución habitacional adecuada.
Actualmente, hay 50.000 hogares propietarios (de vivienda y terreno) más que en 1996, pero ha bajado el peso de esta modalidad de tenencia (que se identifica como la de mayor seguridad jurídica) frente a otras vías para acceder a la vivienda.
Los hogares inquilinos han aumentado en 63.000 y en una cifra similar los ocupantes con permiso, mientras hay 18.000 hogares más en la situación jurídica de mayor riesgo: propietarios solo de vivienda u ocupantes sin permiso.
Se ha reducido también la población que vive en asentamientos irregulares, asociado en parte a los procesos de regularización que generan una condición de mayor seguridad jurídica para los habitantes de esas viviendas. Sin embargo, aún 165.000 personas viven en estas condiciones.
El peso del alquiler en el presupuesto de las familias también ha disminuido en promedio en la década, aunque los datos más recientes muestran un cambio en esa tendencia. A esto debe sumarse que actualmente una quinta parte de los hogares inquilinos de menores recursos debe utilizar el 30% o más de sus ingresos en afrontar el pago del alquiler mensual.
Además, 84.000 hogares tienen un saneamiento deficitario, 40.000 tienen un abastecimiento de agua inadecuado y 10.000 aún no tienen electricidad. Si se consideran también los problemas materiales de la vivienda, los hogares en situación deficitaria llegan a 250.000 y en ellos residen casi 850.000 personas.
HAY 1.390.000 VIVIENDAS
El país cuenta con 1.390.000 viviendas. En su gran mayoría son viviendas para ser utilizadas por hogares particulares (1.385.000), stock que ha crecido un 24% en relación a 1996. En los últimos 15 años se ha reducido el número de personas, hogares y viviendas colectivas. En cambio, si bien la población que vive en hogares particulares ha tenido un crecimiento muy reducido (4%), es visible un mayor incremento de los hogares (15%) y las viviendas ocupadas por ellos (16%). Esta evolución diferencial se explica básicamente por la tendencia a la reducción del tamaño de las familias que conviven en un hogar, lo que ha hecho que el país “crezca” en hogares particulares más que en el número de personas que viven en este tipo de hogares.
En 1996 el promedio de personas por hogar particular era 3,1; en 2011 de 2,8 y casi uno de cada cuatro hogares tiene un solo integrante (23%), mientras eran el 17% quince años atrás.
El parque habitacional, sin embargo, crece bastante más que los hogares, consolidando un proceso ya visible en el Censo Fase I del Instituto Nacional de Estadística en 2004. En 2011 hay 112.000 viviendas particulares desocupadas más que en 1996 (con un crecimiento de 80%). Más de la mitad de ellas son viviendas de uso temporal, ubicadas sobre todo en zonas turísticas --Canelones, Colonia, Maldonado y Rocha--, pero hay además un mayor número de viviendas ofertadas en el mercado (alquiler/venta) y de viviendas que estarán disponibles a corto plazo por estar en construcción o reparación.
En cambio Montevideo, los otros departamentos del suroeste y los del litoral tienen el menor porcentaje de este tipo de viviendas. Considerando el tamaño de las localidades, es en las áreas rurales y localidades pequeñas donde el porcentaje de viviendas disponibles es mayor. En 2011 se identificaron también casi 43.000 viviendas vacantes: desocupadas, sobre las que no hay indicios de que estén siendo ofertadas en alquiler o venta, ni en construcción o reparación y tampoco en estado ruinoso observable.
BÚSQUEDA PARA MUDARSE
Según el INE, casi uno de cada diez hogares buscaba en 2011 una vivienda para alquilar (5,2%) o comprar (3,6%). La intención era mayor en todo el núcleo Montevideo que en el resto del país (12 % de los hogares de la capital buscaba en 2011 un cambio de vivienda), en donde también aparece una mayor intencionalidad de compra de vivienda.
Por otra parte, es en el quintil más bajo de ingresos donde se verifica una mayor propensión al cambio de residencia (11%). Este grupo de hogares con menor nivel adquisitivo buscan con mayor frecuencia una alternativa de alquiler (7,1%), mientras en los hogares del quintil más alto la mayoría busca para comprar (4,3% de los hogares de este nivel económico). La demanda es mayor entre los hogares inquilinos: un 16% de éstos buscaba en 2011 para alquilar y otro 7,4% para comprar.
MÁS DE 400 PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE
En Uruguay hay 437 personas en situación de calle (aquellas que se hallan pernoctando en lugares públicos o privados, sin contar con una infraestructura tal que pueda ser caracterizada como vivienda, aunque la misma sea precaria) y 837 alojadas en refugios. Además de estas situaciones en que no se accede a la vivienda, hay 4.224 personas que habitan en viviendas móviles o en locales no construidos para vivienda. Los datos provienen del Censo y Conteo de Personas en Situación de Calle (15 y 16 de setiembre de 2011) en Montevideo, capitales departamentales y ciudades mayores de 20.000 habitantes del Interior del país, realizado en conjunto por el Ministerio de Desarrollo Social y el Instituto Nacional de Estadística.
SON 235.000 LOS HOGARES QUE PAGAN ALQUILER
Un total de 235.000 hogares pagan mensualmente alquiler, situación que se da más en Montevideo que el Interior del país, donde se gasta en esto el 22% del ingreso de los hogares.
Según el Censo 2011, unos 127.500 hogares están pagando la vivienda de la cual son propietarios. En su gran mayoría se trata de una compra de la vivienda y el terreno (113.000). Sin embargo, unos 14.500 hogares tienen vivienda ubicada en un terreno del cual no tendrán la propiedad. La evolución 2000-2012 (para país urbano) muestra que en la década el porcentaje de hogares en proceso de compra se ha reducido muy levemente y se sitúa hoy en algo menos del 10% de los hogares. El gasto mensual promedio de estos hogares se ha reducido en relación a sus ingresos desde el inicio de la década y desde 2008 se mantiene relativamente estable: en promedio los hogares utilizan un 13% de sus ingresos para el pago de cuota.
En cuanto al alquiler, en Montevideo, donde uno de cada cuatro hogares accede a la vivienda a través del alquiler, en promedio, se gasta un 22% del ingreso.
En el país no urbano el alquiler está poco extendido como modalidad de acceso (10% de los hogares).
En 2000, casi dos de cada cinco hogares del quintil más bajo gastaba al menos 30% de sus ingresos en el alquiler. En 2012 esta es la situación de menos de uno de cada cinco de esos hogares y es en el único quintil en el que no se aprecia un aumento de este porcentaje entre 2009 y 2012.
“Actualmente, en promedio, se utiliza un 13% del ingreso mensual para pagar la cuota por adquisición de vivienda. En tanto, el alquiler insume, en promedio, casi la quinta parte de los ingresos en los hogares inquilinos. Más allá del análisis del gasto promedio que realizan los hogares, es importante el seguimiento de las familias que deben destinar un porcentaje muy alto de sus ingresos mensuales para afrontar el alquiler o la compra de su vivienda. Puede considerarse que el uso de más del 30% de los ingresos es un indicador de un esfuerzo excesivo de las familias en este gasto”, dice el estudio. En la última década se ha reducido el porcentaje de hogares inquilinos y compradores que destina más del 30% de sus ingresos al gasto mensual en vivienda. A partir de 2008 la evolución de las dos situaciones (alquiler y compra) se diferencia, con un progresivo aumento de los hogares inquilinos con ese gasto y una estabilidad del porcentaje de hogares compradores que gasta más del 30% en la cuota.
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