Subjefe de Policía: “No había nada raro”

Policiales | 04 Dic El diagnóstico forense indica que la muerte de la joven de 16 años que se viera involucrada en el procedimiento por explotación sexual de menores iniciado en “La Casita” del Parque Municipal se produjo por electrocución y no revela ningún elemento que sugiera que el fallecimiento haya ocurrido por alguna otra causa, según informó el subjefe de Policía, inspector mayor Héctor Muñoz, al ser consultado respecto al tema por EL TELEGRAFO, debido a una denuncia radicada por INAU ante un juzgado de Crimen Organizado por “dudas” surgidas a raíz de un informe de UTE en donde se establece que la fuga de energía de la heladera no sería suficiente para causar la muerte.
“Además del diagnóstico forense, no hay ningún otro elemento que indique otra cosa” afirmó con seguridad el inspector mayor Muñoz, quien añadió que “ni en el cuerpo ni en la escena del accidente se halló indicio alguno de violencia; no había nada raro”. Recordó que durante la pericia practicada por Policía Técnica se constató la existencia de humedad acumulada frente a la heladera ya que, además de la fuga eléctrica, el aparato tenía una pérdida de agua. “La joven estaba descalza sobre el piso húmedo cuando abrió la heladera” puntualizó el subjefe de Policía. Por otra parte, consignó que “tampoco se encontraron en la escena indicios que sugirieran el ingreso de personas extrañas, así como tampoco hubo amenazas previas u otros elementos que indicaran que la vida de la joven corría peligro. En realidad, no hay nada que indique que esta muerte haya ocurrido por alguna otra causa que no sea un accidente” estableció por último el inspector mayor Muñoz.
Como informó EL TELEGRAFO en base a datos aportados por familiares, momentos antes de su muerte, la menor, que estaba bajo la custodia de su hermana, le pidió a ésta permiso para pernoctar en la casa en donde la madre de ambas acababa de conseguir alojamiento, a tres cuadras. Alertado de lo ocurrido, el cuñado de la adolescente la encontró caída, inconsciente. Ante la urgencia del caso, el hombre cargó a la adolescente en sus propios brazos, la trasladó hasta el auto de su hermano y la llevaron, con escasos signos vitales, a Comepa, en donde, mientras trataban de reanimarla, dejó de existir.