Locales | 07 Dic Se desarrolla hoy en Piedras Coloradas el tercero de los cuatro días de celebración que reúne a cientos de personas de esta localidad, de pueblos vecinos y de la ciudad de Paysandú.En la víspera la gran atracción fue el primero de los bailes de la 25ª Fiesta de la Madera, con las actuaciones de KlanB, Pekadoras y Lucas Sugo.
Además, en el predio ferial, varios estands ofrecen diversidad de mercaderías, incluidas artesanías, pero también ropa, grabaciones de audio y video en discos compactos, productos de computación y bazar, fuegos artificiales y hasta la posibilidad de realizarse un tatuaje. Asimismo, hay una plaza de comidas rápidas y bebidas que satisfacen a la concurrencia.
“Esto recién comienza y la verdad que el notable trabajo de la comisión organizadora se demuestra muy efectivo porque todo está bien organizado y se desarrolla sin contratiempos”, dijo Jorge Cáceres, coordinador de la Junta Local de Piedras Coloradas.
“Este año sobre el escenario hay una pantalla gigante que le agrega mayor atractivo, además de contar con un excelente sistema de amplificación, lo que hace crecer año año nuestra Fiesta de la Madera”, agregó.
Hoy, a las 19, tendrá lugar el tradicional desfile de carrozas y aparcerías de la zona, uno de los principales atractivos de la fiesta. Posteriormente actuarán el grupo Cambará de danzas tradicionalistas, Gonzalo Sosa y su Tributo a Los Iracundos, Heber Martínez y su banda (ex Castigados) y Grupo Agata.
La Fiesta de la Madera surgió a iniciativa del pastor Hugo Gonnet, en la reunión realizada a mediados de 1989 en Piedras Coloradas por los consistorios Paysandú y Arroyo Negro de la Iglesia Valdense. Varias fueron las ideas y también varios los nombres propuestos, entre ellos Fiesta de la Cosecha y Fiesta del Girasol. Pero Hermes Dalmás propuso llamarla Fiesta de la Madera, basándose en el avance de la actividad, que se había ya convertido en una de las principales industrias en la zona.
La primera Fiesta de la Madera se realizó en setiembre de 1989 en el galpón de obras de Mevir I, donde los artesanos de la zona expusieron sus creaciones mientras que en la Capilla Valdense se realizó un campeonato de voleibol y venta de comidas. Un cuarto de siglo después, se desarrolla en el Parque Municipal y fue trasladada a los primeros días de diciembre. Congrega a cientos (y a veces más de mil) personas e incorporó la Olimpíada de la Madera.