Rurales | 14 Dic TACUAREMBÓ (Por Pablo Blanc). El presidente del Consorcio Regional de Innovación de Lana Ultrafina (Crilu), ingeniero agrónomo Francisco Donagaray, dijo que de acuerdo a un estudio efectuado por la licenciada Magdalena Rocanova, “el Crilu mejora la calidad de vida de los integrantes del consorcio”.
Es que ayer se concretó cuarta distribución de carneros a integrantes del Crilu --organización integrada por la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay (Scmau), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y representantes de la industria textil-lanera--.
El titular del consorcio que recibió en las instalaciones del INIA Tacuarembó a productores, técnicos y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), sostiene que ese informe “se refiere al mayor ingreso de dinero que tienen los predios”.
“Eso significa mayores posibilidades para que el hijo estudie, poder hacerse un gusto o poder atender una inconveniente de salud, o lo que sea”.
Entiende que cada vez más “los integrantes del consorcio nos piden más cosas, no solamente respecto a la producción de lana fina y ultrafina y el material genético, sino que ahora quieren incursionar en el tema comercial, por lo que nos encuentra muy bien, fortalecidos y cada vez con más trabajo”.
Para Donagaray, “hay una buena imagen de lo que es el Crilu, no solamente a nivel de consorciados sino también a nivel de la prensa”.
Precisó que en lo productivo no hay un piso para el afinamiento del Merino Australiano. “En lo comercial tal vez no hay personas acostumbradas a manejar finuras por debajo de las 15 micras, o que los productores esperan por esas lanas, precios que las industrias no están dispuestas a pagar.
Nosotros a través del Crilu le damos todo el material genético y tecnológico para que lo puedan aplicar en sus emprendimientos”.

SATISFACCIÓN
La licenciada Rocanova, de la Unidad de Comunicación y Transferencia de Tecnología del INIA, se refirió en su exposición al fortalecimiento de la Imagen Institucional del Crilu. Destacó los niveles de satisfacción en cuanto a los logros que se están alcanzando.
“Los participantes ven concreción en la productividad, como es el afinamiento de la lana, los avances en la investigación de mejoramiento genético, y a su vez la aplicabilidad de la propuesta tecnológica, lo cual le da un nivel de credibilidad muy importante”.
Al ser consultados sobre los beneficios de integrar el Crilu, citaron el aspecto económico. En tanto, a nivel familiar, algunos de los entrevistados explicaron que la posibilidad de “dedicarse a la producción de lana ultrafina como un negocio rentable, favorece la permanencia en el campo de las familias”.
Paralelamente, “los productores visualizan al Crilu como una institución cercana y preocupada por lo que está pasando dentro de las realidades de los integrantes”.

CARNEROS
La tradicional entrega de los reproductores generados en el Núcleo Genético de la Unidad Experimental Glencoe (INIA Tacuarembó), y seleccionados por sus méritos genéticos y características raciales dentro de la generación 2012 de machos producidos dentro del Núcleo, fue el punto final de la jornada. Además de observarlos previo al sorteo y elegir los de mejores datos para sus establecimientos, recibieron muy buena información de la doctora Zully Ramos, del Programa Nacional de Investigación en Producción de Carne y Lana del INIA, que presentó en la mañana el Núcleo Genético Ultrafino de la Unidad Experimental Glencoe, con la “Información productiva y reproductiva 2012-2014”.
Por su parte el ingeniero agrónomo Gabriel Ciappesoni, del Programa Nacional de Investigación en Producción de Carne y Lana de INIA, presentó información y tendencias genéticas 2012-2013, en tanto que Pedro Otegui de Lanas Trinidad SA, presentó las propuestas de Agregado de Valor a las Lanas superfinas y ultrafinas del Uruguay, refiriéndose en su alocución a la generación de competitividad en el agro negocio, enfatizando en las oportunidades y desafíos.