Policiales | 15 Dic Un joven de 24 años que en el año 2010 fuera enviado por primera vez a prisión por montar un expendio --denominados “bocas” en la jerga de los consumidores-- para abastecer a consumidores y pequeños vendedores de marihuana en su propia casa, resultó nuevamente procesado con prisión al culminar un operativo desplegado en la noche del martes en la zona de Entre Ríos e Ituzaingó por policías especializados de la Brigada de Narcóticos.
Según pudo observar EL TELEGRAFO, presente en el lugar del procedimiento, efectivos de esa dependencia montaron una paciente vigilancia al frente de una casa donde presuntamente funcionaba una boca de venta de droga. Momentos después, varios jóvenes, mayores y menores, ingresaban y salían sigilosamente de la finca en actitud sospechosa, observando en distintas direcciones.

LA ABUELA EN LA ACERA
Algunos de los visitantes eran recibidos por la abuela del principal sospechoso del ilícito, quien, al parecer ajena a lo que ocurría, permanecía sentada en una silla en la acera, y conducía a cada uno de los que llegaban al interior de la casa, donde se encontraban su nieto y la concubina de éste.
En primera instancia, detuvieron a uno de ellos en Sarandí y Entre Ríos y lo trasladaron al local de la Brigada, mientras proseguía la estrecha vigilancia, observándose que a la casa arribaban otros jóvenes en bicicleta y moto.
Algunos de ellos se aproximaban a la casa pero no alcanzaban a ingresar, exactamente como si percibieran la presencia de la Policía.
Incluso aquellos que ingresaban a la finca, se retiraban rápidamente, en actitud nerviosa. Dos de ellos, al parecer menores, fueron interceptados en Carlos Albo y 25 de Mayo, hallándose en su poder “palancas” de marihuana.
Finalmente, detuvieron a otro individuo que acababa de salir de la casa vigilada y que transitaba en moto, solicitándose la colaboración del móvil de la Seccional Segunda para trasladarlo al local de la unidad especializada. En total, detuvieron e interrogaron a nueve personas de entre 17 y 41 años; entre ellos Jonathan Olivera Pérez, su concubina y su primo. Como resultado, incautaron 23,15 gramos de marihuana que, según admitieron algunos de los detenidos, habían comprado a Olivera Pérez.
La Justicia dispuso que los implicados comparecieran en la sede judicial y, tras recabar declaraciones, resolvió el procesamiento con prisión de Olivera Pérez por reiterados delitos de negociación de estupefacientes.

SU SEGUNDA VEZ
Esta es la segunda oportunidad en que Jonathan Olivera instala una “boca” de venta de marihuana en su propia casa. En la primera ocasión, en mayo del año 2010, el negocio ilegal fue desbaratado a través de un operativo de la Seccional Segunda que culminó con el procesamiento con prisión de Olivera por suministro de estupefacientes, de su primo por asistencia o colaboración al suministro, y sin prisión de su concubina por un delito de receptación.
En la ocasión, un allanamiento practicado en la casa de Olivera permitió incautar 124 envoltorios de nylon conteniendo una sustancia similar a la marihuana y siete trozos de marihuana de diferentes pesajes, arrojando un total de 631 gramos.
También se ocupó una pistola calibre .22, de origen argentino marca Saurio, con dos cartuchos vivos, 2.500 pesos uruguayos, 22 pesos argentinos, dos celulares Nokia, 5 “tucas” para fumar marihuana, un reproductor MP4 y una balanza digital negra con capacidad de hasta 600 gramos. En la oportunidad, Olivera Pérez admitió ser vendedor de drogas, comercializando el “porro” a 20 pesos y la bolsita de marihuana a 50, en tanto su primo detalló que se encargaba de fraccionar la droga y hacer los envíos; y la mujer admitió conocer que su pareja se dedicaba a la venta de droga.
Olivera Pérez permaneció en prisión desde el 9 de mayo hasta el 16 de diciembre de 2010. A casi tres años de recuperar su libertad, fue procesado nuevamente tras montar en el mismo lugar un nuevo expendio, que se estima funcionaba desde hace aproximadamente un año.