Rurales | 18 Dic Si bien la primavera es considerada como muy buena por productores de la región, se registró en forma tardía y fue muy corta. A 20 días de la última lluvia y tras varias jornadas agobiantes de altas temperaturas, una incipiente sequía comienza a preocupar al sector agropecuario, impactando ya en diversos sectores productivos, como la ganadería, lechería y la agricultura.
El ingeniero agrónomo Carlos Hiriart, productor de la zona de Piñera, sostuvo a EL TELEGRAFO, que “se apreciaron jornadas frías hasta octubre y con buenas lluvias hasta el pasado 27 de noviembre, cuando se verificó el último período de precipitaciones”.
“Aunque todavía no entramos al verano, ya van 20 días sin agua y con varias jornadas por encima de los 34 grados, que es lo que está impactando en los campos, cambiando el color de las pasturas y haciéndose sentir en esta zona de campos superficiales y en donde aguanta poco el agua”, dijo.
Entiende que el verano “comenzó 15 días antes, visible en el color de las pasturas y los campos, que están amarillentos en gran parte”. Respecto a las aguadas, señaló que “por ahora están bien. Desaparecen las cañadas falsas y no hay problemas en la zona”.
El ganado se recuperó muy rápido del invierno “pero va a comenzar a sentir esta época, especialmente el ganado de cría que está en plena producción de leche y la va a retrasar porque el verde se va a terminar y vacas con la cría al pie lo sienten mucho”, explicó.
Las horas que el ganado pasa sin comer es una de las particularidades de las jornadas con intenso sol. “Es digno de ver a esta altura del año, como el ganado busca temprano la sombra y permanece hasta entrada la tarde”. La buena primavera determinó que los campos se empastaran, con mucha maleza, y esto llevó “a que la oveja le cueste recuperarse del invierno, en el sentido que se apreciaron algunos problemas podales atrás de la pezuña y eso repercute en el animal”. Sobre las condiciones de manejo, Hiriart dijo que “tratamos de aliviar los campos, especialmente para brindar más alimento al ganado de cría. Ya se están preparando para en el mes de enero hacer el destete, y creo que este aumentará el número de animales que ingresarán al sistema, porque la situación seguramente irá agravándose”.
Especificó que al sacarle el ternero a la vaca, “ese vientre requiere en el entorno de un 30% más de nutrientes para comenzar su recuperación tras la lactancia y necesitaremos más alimentos”. En cuanto al ganado más joven, lo principal es que estén bien sanitariamente, con agua y buena sombra”.

CAE REMISIÓN
El presidente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú, Raúl De Orta, manifestó a EL TELEGRAFO, que “hasta fines de noviembre venía lloviendo bárbaro, pero ahora con esta seca que está comenzando a apreciarse, se nota una merma importante de leche, que ronda en un 15% a nivel particular respecto al año pasado, como así también a la planta a la que remito, aunque desconozco si es el mismo porcentaje”. El dirigente y productor indicó que “ya las pasturas no brotan, e incluso gente que ha hecho maíz para los silos ya están con el choclo y esperando agua para el llenado del grano”, acotando que uno mira los anuncios climatológicos “y de acá a 10 días no hay pronósticos de lluvia”.
Recordó que “los sorgos que se plantaron tarde algunos no nacieron y otros tienen problemas en las hojas, y eso va a traer consecuencias”. Acotó que en noviembre “se hicieron reservas de fardos y silos de planta verde y algunas cebadas. Estamos acomodados, pero dependemos del clima”,
Respecto a las horas en que se alimentan las vacas, De Orta indicó que “tratamos de que las vacas se vayan a pastar lo más temprano, porque a las 9 de la mañana ya buscan el agua y la sombra y no comen”.
En lo sanitario citó la problemática que genera la mosca “que está fatal”, dijo. “Están haciendo resistencia a las caravanas, que en un principio andaban muy bien y ahora no tanto, al igual que la mosca de los cuernos”.
Sobre la calidad de la leche, indicó que “no hay problemas, y el único inconveniente está en la cantidad de litros que se obtienen”.

FALTA AGUA
Después de un noviembre complicado con mucha lluvia que generó problemas en la cosecha de cultivos de invierno, “ahora el agua comenzó a faltar, como estaba pronosticado”, sostuvo el ingeniero agrónomo Luis Simean.
El gerente de Copagran filial Paysandú, agregó que “si bien por un lado dejó sembrar, ahora comienza la preocupación porque el agua está faltando para lograr una buena implantación de lo sembrado”.
Aclaró que “aún no es grave la situación para los cultivos de verano, sí es preocupante; la implantación está siendo despareja, pero todavía no se ha perdido las semillas”. Las expectativas están en que se concrete algún anuncio de lluvia para la semana que viene, y ahí se analizará si es necesario resembrar”.
Lo que está claro para el sector agrícola es que si bien los cultivos de primera ya tienen desarrollo, los de segunda son lo que corren mayores riesgos. Si hubiera que resembrar, por la falta de humedad, sería un problema bastante complicado, ya que no es una fecha nada óptima para hacerlo.
El maíz de segunda también está en la misma situación. No se puede decir que el tema sea crítico, pero sí que se necesita agua de forma urgente.