Opinion | 24 Dic Por estas horas, en que miles de personas se disponen a viajar para pasar la Navidad junto a sus seres queridos, en que dentro de un rato habrá fuegos de artificio y juventud en las calles festejando y yendo a divertirse, recordamos una vez más la importancia de la responsabilidad personal e ineludible de cada uno de nosotros en el tránsito.
Sería fantástico que en la próxima edición de los diarios del Uruguay no haya un solo titular sobre accidentes en rutas y ciudades. Lamentablemente, la crónica roja suele estar presente en estas fechas, aunque depende de cada uno de quienes salen a la calle que eso no ocurra.
Como señalaba días atrás el presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, el factor central de la prevención es el ciudadano, que debe respetar las normas de tránsito, cuya finalidad principal es proteger la salud y la vida de las personas en el territorio nacional.
Si tuviéramos ese pensamiento cada vez que subimos a un auto o una moto, cada vez que salimos apurados para llegar en hora o adelantamos incorrectamente a otro vehículo en la ruta, muchos accidentes posiblemente se evitarían.
En Paysandú la Dirección de Tránsito de la Intendencia en coordinación con la Policía, desarrollará un amplio operativo durante la noche del 24 de diciembre y la mañana del 25. La recomendación realizada por las autoridades es a festejar con orden y no conducir si se consumió alcohol.
El resto de los consejos en materia de tránsito los conocemos todos: evitar el exceso de velocidad, respetar las normas de tránsito y señalización, utilizar cinturón de seguridad, llevar los niños en el asiento trasero, circular con casco, etcétera. No obstante, es necesario reiterarlos puesto que una y otra vez se incurre en olvidos, descuidos o irresponsabilidades que pueden transformarse en detonantes de accidentes de tránsito con consecuencias más o menos graves, pero siempre lamentables y generalmente prevenibles.
Al movimiento habitual de las rutas en las horas previas a Navidad, se suma el ingreso de turistas que ya están comenzando sus vacaciones en el país, lo que contribuye a aumentar también la cantidad de vehículos en circulación.
En definitiva, llegar unos minutos antes o después no cambiará el disfrute ni el reencuentro. Sin embargo, apenas unos segundos bastan para cambiar el curso de una vida cuando conducimos un vehículo. Hacer que el camino sea seguro, es responsabilidad de cada uno de los conductores. Hagamos entre todos que estas fiestas sean realmente un festejo.