Opinion | 26 Dic El exceso de peso es el principal problema de nutrición de los adolescentes uruguayos de entre 13 y 15 años, quienes mejoran los hábitos saludables si comen frecuentemente en compañía de sus padres.
La información se deriva de la segunda Encuesta Mundial de Salud Adolescente, presentada recientemente por el Ministerio de Salud Pública, el Observatorio Uruguayo de Drogas y el Ministerio de Desarrollo Social. Para la encuesta se entrevistó a un total de 3.500 adolescentes que asisten a 50 liceos públicos y privados de Montevideo y del interior del país.
Los datos sobre nutrición revelaron información preocupante sobre los hábitos alimenticios poco saludables de los adolescentes. Solo un 24 % consume frutas y verduras de acuerdo a la recomendación para esa edad, mientras que un 71 % consume a diario refrescos azucarados, un 36 % no desayuna y el 74 % consume menos de dos veces al día productos lácteos.
El exceso de peso es el principal problema de nutrición de los adolescentes ya que un 26,6 % de los estudiantes presenta sobrepeso u obesidad. La encuesta revela que aquellos estudiantes que comen frecuentemente en compañía de sus padres consumen más frutas, verduras y lácteos, y desayunan en mayor proporción.
Preocupa la tasa de suicidio –11 cada 100 mil adolescentes y jóvenes-- por ser una de las más elevadas del continente, con mayor proporción de intentos de suicidios en algún momento de la vida de aquellos que en el último mes dicen haber estado tristes, solos y no conformes con su manera de ser.
Por tratarse de una etapa tan importante en la vida de las personas, en la que el adolescente está descubriéndose a sí mismo en relación al mundo y a los otros y terminando de consolidar su personalidad y hábitos, los resultados de la encuesta deberían ser atendido con seriedad tanto por las familias como el sistema de salud.
Solo el hecho de que un adolescente se siente a comer con su familia marca una diferencia en su salud, tal como se señala en el estudio. Eso no puede pasar desapercibido y está señalando la importancia del involucramiento familiar en todas las áreas de la vida cotidiana de los adolescentes; la necesidad de contribuir a la creación de un clima favorable para el diálogo y de observar signos de preocupación, soledad o baja autoestima. La construcción de hábitos saludables y otorgar a nuestros adolescentes las certezas , la contención o simplemente el espacio para la conversación y escucha sin prejuicios, son herramientas fundamentales para su salud y futuro.