Paysandú, Miércoles 01 de Enero de 2014
Policiales | 27 Dic Un casa precaria que habitaban un matrimonio y sus dos hijos y a la que UTE no proporciona --junta a otras vecinas, en plena zona urbana-- el servicio de energía eléctrica, fue consumida por las llamas de un incendio causado, paradójicamente, por un cortorcuito. Así lo indicó a EL TELEGRAFO Martín Bofinacino, de 39 años, obrero de la construcción, quien junto a su esposa, de 38, y las hijas de ambos, de 5 y 17, perdiera su vivienda y todas sus pertenencias en el siniestro.
El incendio, registrado a las 3 de la madrugada en San Martín y Guayabos, se produjo cuando la finca, un monoambiente de techo de chapas de zinc y paredes de costaneras forradas internamente con cartón, fue alcanzada por una chispa desprendida por una caja de fusibles, producto del recalentamiento del cableado eléctrico que compartían precariamente Bofinacino y dos vecinos ya que, pese a encontrarse junto a una avenida donde existe tendido de energía eléctrica, el sector carece del servicio.
SIN LUZ NI AGUA
“No ‘entra’ ni la luz ni el agua, por lo que estamos obligados a pasarnos entre los vecinos” puntualizó Bonifacino, quien acusó que UTE “no quiere responsabilizarse o gastar en colocar algunas columnas de madera más para brindarnos el servicio; yo fui a la UTE a hablar pero me dijeron que no se podía poner, y somos tres familias que estamos en la misma situación”.
En el momento en que se inició el foco ígneo, los miembros de la familia damnificada se encontraban ausentes de su hogar ya que Bonifacino y su hija menor acompañaban a su madre en virtud del reciente fallecimiento del esposo de su progenitora; en tanto su esposa se encontraba junto la mayor de las hijas del matrimonio en el servicio de urgencia del Hospital Escuela del Litoral a raíz de un dolencia pasajera.
Al encontrar abundante material combustible, el fuego se generalizó rápidamente en la estructura de la construcción, de seis metros de largo por cuatro de ancho, por lo que el esfuerzo de los vecinos en rescatar las pertenencias de la familia Bonifacino resultó en vano.
PERDIERON TODO
Además de destruir la precaria estructura, las llamas consumieron el televisor, un reproductor de DVD de la adolescente, una moto que Bonifacino usaba para trasladarse a su lugar de trabajo, una heladera nueva que el obrero acababa de comprar al cobrar el aguinaldo, además de la cama, el ropero y toda la ropa de la familia. “Perdimos todo, no dio tiempo para sacar nada” consignó el padre de familia, quien, por último puso a disposición de la población su número de celular 099179584 para aquellos que deseen colaborar con su familia a enfrentar la situación.
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