Más de 120 familias

Locales | 02 Ene Tres cooperativas de vivienda por ayuda mutua sanduceras vivieron recientemente la gran alegría de recibir las escrituras de sus propiedades, al haber cancelado el pago correspondiente a los préstamos que les permitieron el acceso al techo propio.
Se trata de las ya añejas cooperativas Covisan 1, Covisan 4 (Covife) y Covisan 5, de Guichón, integradas por viejos cooperativistas que son ya puntales de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) en Paysandú, de acuerdo a lo señalado por dirigentes de la Mesa Departamental de la federación.
La entrega de las escrituras tuvo lugar en un acto celebrado en el Platense Patín Club de Montevideo, que comprendió a las 35 cooperativas de todo el país que cancelaron sus pagos al Banco Hipotecario del Uruguay (BHU), que fue la institución oficial que en aquel entonces financiaba los emprendimientos del sistema cooperativo. En este acto, en base al acuerdo firmado en 2011, se cumplió con esta entrega, y se presentó un documental sobre el papel de Fucvam en la dictadura y el retorno a la democracia. Al ser consultado por EL TELEGRAFO, el tesorero de Covisan 1, Nelson Coduri, destacó: “Concurrimos al acto en el que se entregaron los papeles por los que levantó la hipoteca del barrio, ante la cancelación del préstamo, al igual que los compañeros de Covife y Covisan 5 de Guichón”.
En el caso de Covisan 1, recordó que la cooperativa se formó en 1969 y fue inaugurada en 1974.
“Nosotros habíamos terminado el pago del préstamo hace cinco o seis años, pero estuvimos en las gestiones y planteos por el tema de los colgamentos”, señaló.
Covisan 1 nuclea a 32 familias, pero con las otras dos cooperativas que cancelaron el préstamo se supera las 120 familias que han terminado el pago a los préstamos que permitieron levantar los respectivos complejos habitacionales.
Coduri señaló que el tesón en la búsqueda de los objetivos es un aliciente para los nuevos cooperativistas tanto en la lucha para llegar al techo propio, como en la disposición y actitud para convivir en los complejos cooperativos a lo largo de los años, porque “una vez terminada la obra también comienza otro camino, cuando hay que convivir, hay que respetar los derechos de los demás, entre otras cosas”.
Recordó asimismo que si bien hubo familias que en un momento u otro tuvieron dificultades para concretar sus casas, la solidaridad se puso de manifiesto y se logró seguir adelante.