Policiales | 02 Ene Dos motociclistas graves en accidentes, dos incendios --al menos uno causado por uso indebido de pirotecnia-- y desórdenes que motivaron gran despliegue policial constituyeron clara muestra del descontrol que caracterizó a las primeras horas del nuevo año durante una madrugada en la que no se practicaron controles de alcoholemia en la ciudad y --en contraste con la calma registrada durante la celebración de la Navidad-- el mayor movimiento se concentró en la zona balnearia.
El accidente de mayor gravedad se produjo cuando Marcelo Peculio Dante, de 39 años, fue embestido por un auto en Baldomero Vidal entre Horacio Meriggi y avenida Salto, próximo a las 5. El hombre fue hallado inconsciente y con abundante sangrado en la cabeza, y fue primeramente asistido por una enfermera que se encontraba casualmente en el lugar. Los primeros testimonios recogidos por EL TELEGRAFO en el lugar del accidente indicaron que Peculio se aprestaba a cruzar la calle, al parecer en dirección a un local bailable, cuando fue embestido por un automóvil Volkswagen blanco.
A raíz del impacto, el peatón salió despedido unos dos metros hacia arriba antes de caer, mientras el conductor del automóvil se retiraba del lugar. Al ser asistido por médicos de una unidad de emergencia se le diagnosticó politraumatizado grave. Al cierre de la presente edición permanecía internado en el Centro de Terapia Intensiva de Comepa. En el lugar de la colisión quedó la chapa de matrícula del vehículo, y mientras la Policía lo buscaba intensamente, en la Seccional Primera se presentó momentos después del accidente un joven de 19 años, acompañado por su padre, en el auto protagonista del accidente. El joven, habilitado para conducir y cuyo examen de alcoholemia arrojó resultado negativo, declaró que luego de trasladar a dos amigos hasta sus respectivos domicilios, se dirigía a su casa cuando, al llegar frente al citado local bailable, tres personas se atravesaron delante del vehículo y para esquivarlos maniobró a la derecha, pero no logró evitar embestir a uno de los peatones, que cayó sobre el parabrisas y salió despedido. Asustado, decidió retirarse a su casa, desde donde su padre lo acompañó a la comisaría. La Justicia dispuso que el joven no fuera privado de su libertad.