Locales | 02 Ene Pues sí, llegó el año MMXIV o --lejos de la época de los romanos-- el 2014 según el calendario gregoriano, impulsado por el papa Gregorio XIII, que dejó por el camino al calendario juliano de uno de los Julio César.
Acá está, este es el 2014, anno Domini de la era cristiana. Es además el decimocuarto del tercer milenio y el quinto de la década de los 2010. De acuerdo al zodíaco chino, será el año del Caballo de Madera. Y, por si todo esto fuera poco, sus cifras suman 7, número cabalístico si los hay porque fue entonces que Dios después de hacer todas las cosas descansó, y no hay nada más lindo que un buen descanso. Que lo diga Uruguay que no se pone en marcha hasta marzo (con suerte).
Las Naciones Unidas han declarado 2014 como Año Internacional de la Agricultura Familiar y Año Internacional de la Cristalografía.
En Uruguay el 1º de junio se desarrollarán las elecciones internas de los partidos políticos y el 26 de octubre las elecciones nacionales. Aquí a la vuelta se disputará el Campeonato Mundial de Fútbol y la celeste sueña (algunos dicen que delira) con otro Maracanazo. Y, si de pronósticos se trata, sin ser un iluminado, podría adelantarse que habrá problemas sociales por Aratirí, que Cris seguirá molestando a sus hermanos yoruguas (y como a la familia uno no la elige, nos da como adentro de un gorro), El Toto hará algún otro cambio en su cúpula de gestión y el Pepe estrenará nuevo par de sandalias. Problemático y febril, por decirlo así, especialmente si Uruguay no pasa la primera ronda del Mundial. Febril, como comienzo de verano.
En Paysandú, de todas maneras, y porque lo que se inicia merece un buen festejo, se celebró la llegada del 2014, que es más o menos lo mismo que festejar que se tomó el raje el 2013.
Por toda la ciudad hubo expresiones de júbilo, encendido de pirotecnia y brindis, muchos brindis. Ya pasarán 365 días. Y volverá el festejo. Pero quien se irá entonces, y sin mucha prensa será el 2014. Así es la vida, un constante llegar y retirarse.