Sobrevivientes de insólita
tragedia en Isla Caridad

Policiales | 07 Ene La niña que en la tarde del domingo resultara intoxicada cuando dormía junto a su familia en el interior de un crucero anclado en el extremo norte de la Isla Caridad y en el que resultara fallecido su padre, Julián Rodríguez, permanece internada, con asistencia respiratoria, en la Unidad de Cuidados Especiales Perinatales y de Neonatología (Ucepyn) de Comepa.
El estado de la menor es estable y en la mañana de hoy sería sometida a un estudio destinado a determinar con exactitud su grado de intoxicación. Su madre y su hermano, por su parte, se encuentran internados en el Hospital Escuela del Litoral. La madre es sometida a un tratamiento en base a suero al igual que el bebé, y ambos se encuentran fuera de peligro.
Los tres fueron trasladados en el móvil de la Prefectura de Paysandú cuando arribaron a puerto en un crucero de mayor calado que se encontraba anclado junto al yate donde se produjo el accidente, ambos procedentes de Concepción del Uruguay.

UN ASADO
La tragedia fue descubierta por los tripulantes de ese otro crucero al no recibir respuesta luego de que llamaran reiteradamente desde el otro yate, con cuyos navegantes habían convenido en compartir un asado.
Alarmados, ingresaron al barco y encontraron una terrible escena. Julián Rodríguez estaba muerto sobre la cama, su esposa Celina Francou se había despertado, pero estaba atontada a raíz de los efectos del gas, en tanto el bebé no presentaba síntomas de intoxicación. Solicitaron auxilio por radio a Prefectura del Puerto de Paysandú, hacia donde trasladaron en su embarcación a la mujer y los dos niños.

DESORIENTADOS EN EL RIO
Paralelamente, el bote gomón “Zafiro” de la unidad sanducera encontró al crucero en mitad del trayecto. Mientras en el puerto se aguardaba el arribo del crucero que transportaba a los accidentados para brindarles asistencia médica, el gomón de Prefectura continuó navegando en dirección al yate en donde se había registrado el accidente en procura de auxiliar al hombre, pero al arribar constató que Rodríguez no presentaba signos vitales. El bote con los efectivos sanduceros permaneció junto al yate hasta que se hizo presente personal de Prefectura de Colón y se hizo cargo de la embarcación y del cuerpo de la víctima.
Como se informó, Julián Rodríguez y su familia dormían la siesta en el dormitorio ubicado en la propia cabina de su crucero Custon Compac, de 10,7 metros de eslora, cuando se produjo una fuga de gas, al parecer procedente de un generador de energía eléctrica que dejaron encendido para dar corriente al aire acondicionado.