Deportes | 08 Ene La vuelta al ruedo del Consejo Directivo Central de la Liga de Fútbol fue, como era de esperar, un mar de discusiones teniendo en cuenta los serios errores registrados a la hora de elevar la lista de jugadores de la selección a OFI.
Y el tema sigue dando que hablar. Anoche, según indicaron quienes participaron de la reunión, las culpas volaron de un lado a otro de la mesa y el presidente Nelson Manzor estaba que volaba con los delegados de la Blanca.
Claro que el delegado clubista Cardozo, por ejemplo, le apuntó con el dedo y le tiró el fardo teniendo en cuenta que, más allá de que Manzor entendió que el problema originado surgió por parte de los delegados designados, Cardozo había preguntado varias veces durante las últimas reuniones del Consejo quiénes serían los delegados y nadie le respondía a ciencia cierta, dejando todo en una nebulosa poco seria.
Mientras, afuera los técnicos de las selecciones esperaban para definir aspectos del viaje a Tacuarembó, y Sergio Esquivel iba de un lado a otro.
Es que el técnico del combinado mayor tiene a Mauricio Weber como una de las cartas de cambio para el partido ante Tacuarembó, pero según le comentaron el futbolista no estaría habilitado; o al menos ese es el rumor y la duda que se instaló en la víspera.
Lo que está claro es que Esquivel ya se quedó sin un Weber. Eso sí: no es Mauricio sino su padre, Guillermo, quien iba a oficiar de ayudante de campo.
Weber padre es uno de los que no figura en la lista enviada por la Liga de Fútbol a OFI, pero Mauricio sí la integra, por lo que Esquivel cruza los dedos y prende velas para que se confirme que sea Guillermo el que quedó afuera del grupo, y no su hijo.