Rurales | 12 Ene El presidente de la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú, Rafael Thevenet, expresó su malestar a EL TELEGRAFO sobre la situación originada por las industrias frigoríficas del país, las que a principios de la semana anterior fueron acusadas por el presidente de la República José Mujica, de concertar una baja de la faena para mantener bajos los precios del ganado, expresando que “se ponen de acuerdo y nos tienen de rehenes a nosotros, los productores”. La primera semana del año fue atípica para la época, con una faena de bovinos que llegó a las 22.732 reses. Paulatinamente los operadores entienden que la situación se está revirtiendo y los frigoríficos comienzan a mostrar algo más de avidez por las haciendas gordas y dan entradas cortas. De todas maneras, el productor aguarda mejores valores y no vende a los precios actuales, alentados ahora por las lluvias que felizmente llegaron para el sector.
“Gente que está en el tema desde hace años y con más experiencia explica que esto nunca ha pasado. Estamos en plena zafra, con un clima que ha venido bien a pesar de que durante algunas semanas de diciembre no llovió”, sostuvo el dirigente sanducero.
Explicó que “productores que compraron ganado en el invierno y ahora quieren desprenderse para seguir con el sistema productivo en su establecimiento, a estos precios actuales, sacan la cuenta y no recuperan la inversión, porque con los gastos que tuvieron y la comida brindada a sus animales, no ganan en el negocio”.
La industria frigorífica uruguaya sigue en silencio y no dice nada respecto a las críticas de productores y gobierno. “No se sabe por qué están haciendo esto”, afirma el titular de la gremial sanducera.
Thevenet manifestó que el productor “quiere sacar el ganado para darle más espacio y comida al que viene atrás. Uno tiene pronto el proceso del ciclo y no se puede dormir porque es un negocio. Podrás especular algunos días, pero no tantas semanas”.
“Es una lástima” aclara, “porque somos un país chico, exportador y con todos los mercados abiertos, y no escuché que los precios internacionales hayan bajado”.

UN AMIGO
Después de criticar a las industrias por esta situación, Mujica salió a revertir sus dichos, expresando haber recibido “una misiva de un amigo ligado a los intereses de la industria frigorífica donde me manifiesta que seguramente no estoy informado”.
Según el mandatario, la misiva señala que los representantes del Poder Ejecutivo en el Instituto Nacional de Carnes (INAC) han planteado que “en 2013 iba a haber disponibles 100.000 animales más, pero que los estudios no aportan credibilidad a esa información. Por el contrario, las exportaciones de animales en pie desde 2010 hablan con claridad que se fueron a Turquía más de 200.000 bovinos, la inmensa mayoría terneros o novillitos jóvenes que, de haber permanecido en el país hoy, habrían significado un considerable aumento de faena en este momento de crisis y nos dicen que no es necesario señalar que el 90% de estos animales exportados en pie en 2010 hubieran sido faenados en 2013”.
El presidente sostuvo que es legítimo que la industria pelee por la materia prima y que los productores defiendan la exportación de ganado en pie pero, a la vez, consideró que el gobierno debe velar por el interés general.

LIBRE MERCADO
Por su parte, los productores ganaderos defienden el libre mercado y se muestran reacios a que el gobierno aplique medidas para que la industria eleve los niveles de faena.
En INAC no se descarta recomendar al Ejecutivo una serie de medidas que todavía no están definidas, para obligar a la industria a levantar los niveles de faena, pero las gremiales de productores siguen defendiendo el libre mercado.
El presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Ruben Echeverría, dijo a El País estar muy preocupado por la señal que está dando la industria por “la baja injustificada del precio del ganado gordo”, principalmente por el desestímulo que genera a nivel de los criadores.
“Este sector se preocupó por conseguir los tres millones de terneros que había pedido la industria para disminuir su capacidad ociosa y poder abastecer los mercados que Uruguay ganó”, pero ahora que se consiguieron “parecen ser un problema”. Echeverría dijo que la industria frigorífica tiene que tener bien claro que no puede “desestimular” a los ganaderos criadores, porque “con los números que tiene hoy la agricultura, si se los desestimula, van a terminar vendiendo las vacas preñadas como vaca gorda y se van a pasar a otro rubro con mejor rentabilidad”.

SITUACIÓN
De acuerdo a los números que maneja el Instituto Nacional de Carnes (INAC), la situación de la industria frigorífica sobre fines del año 2013 era la mejor desde diciembre de 2010, tres años atrás. En noviembre, por cada 100 dólares que ingresaron al sector por concepto de ventas, U$S 72,6 fueron destinados a pagar el animal y los restantes U$S 27,4 fueron lo que el INAC denomina el “valor agregado industrial”, que es el dinero que utiliza la industria en los demás gastos, sumado al margen de la empresa. Los frigoríficos en noviembre pagaron U$S 887 en promedio por cada novillo de más de 480 kilos en pie y con carcasas arriba de 260 kilos. A la vez, recaudaron por la venta de sus partes U$S 1.122. La diferencia es de 335 dólares, la más abultada desde diciembre de 2010.
Dado que los precios de la hacienda continuaron bajando en diciembre y que el valor medio de exportación no sufrió descensos --más bien mejoró, de la mano de una mayor proporción del enfriado (los cortes de mayor valor) dentro del total--, el informe de Tardáguila Agromercados expresa que es muy factible que cuando el INAC dé a conocer los valores del “novillo virtual” de diciembre, alrededor del 20 de este mes, vuelvan a mostrar mejoras.
Desde la industria frigorífica se ha dicho que cuando la materia prima pasa el 80% de los costos, los números se complican. Y esa ha sido la situación durante un año, desde mediados de 2012 hasta agosto de 2013. En los últimos meses, a fuerza de una fuerte disminución de las compras, el precio del novillo en Uruguay se alineó con el del resto de la región, con bajas del orden de los U$S 0,60 por kilo carcasa si se compara con la cotización del primer semestre del año pasado.
El cambio de actitud de la demanda, que era sumamente intensa en el primer semestre del año pasado y muestra una gran apatía en los últimos meses, es la principal razón de que “el mango del sartén” haya pasado de manos de los productores a las de los industriales. Esto se verá respaldado en los próximos meses por una oferta que deberá crecer, no sólo de novillos sino también de vacas.
Hay industriales que admiten que ahora los números están cerrando, tal como lo indica la información del INAC. Pero también esgrimen que el dato del “novillo virtual” esconde últimamente un error, que es incluir en la elaboración del promedio de ventas a los animales que forman parte de la cuota 481, ya que es un negocio distinto, que se paga diferente, tanto el novillo como la carne.
De todas maneras, la cuota 481 ha ganado en significación desde hace varios meses, y la mejora en los números de la industria se dio recién en los últimos, de la mano de la baja del precio de la hacienda.
La actual situación ha generado el malestar del sector productor, de los carniceros a quienes les falta carne y del propio gobierno, tal como lo manifestó la semana pasada el presidente Mujica.
Las expectativas para los próximos meses, en la medida que la oferta crecerá, es que los frigoríficos tengan una mejor cintura al momento de hacer sus compras, por lo que el “valor agregado industrial” debería mantenerse por encima de los mínimos registrados hasta la pasada primavera.