Opinion | 11 Ene Aunque el elenco de gobierno se ha esforzado por soslayar la magnitud de los problemas del sistema educativo, sus carencias resultan imposibles de ocultar y hasta ahora solo se ha tratado de justificar una situación que rompe los ojos, argumentando que se prioriza la “inclusión” de los jóvenes por encima de la calidad o que se están reorientando los programas hacia la realidad de la demanda laboral o formación profesional.
El gobierno ha decidido salir a defender los logros que a su juicio han sido alcanzados en el sector debido a su gestión y en este contexto, la Universidad de la República (UdelaR) adquiere una relevancia especial. Así lo dejó en claro el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, durante el último Consejo de Ministros de 2013, en el que el jerarca protagonizó una fuerte defensa de los logros de la alta casa de estudios, posición que fue compartida y apoyada por el presidente José Mujica, de acuerdo a lo que indica El Observador.
Uno de los elementos en que se apoya el secretario de Estado refiere a que según los datos del Censo de Estudiantes Universitarios de Grado publicado en diciembre pasado, el 54% de los estudiantes de la UdelaR son los primeros en sus familias en cursar estudios terciarios. “Esa cifra fría entibia el corazón y redobla las energías: trabajamos para que el esfuerzo por enseñar y aprender sea fuente fundamental de progreso social”, escribió precisamente el rector de la UdelaR, Rodrigo Arocena, en la presentación del censo.
La defensa de Ehrlich y Mujica por la gestión de la Universidad llega después de las reiteradas quejas de Arocena por la escasa atención que se le da a los logros de la institución. “Nos llama la atención que cuando los resultados se muestran positivos, se mira para otro lado. Nos preguntamos si es que molesta que una universidad autónoma y cogobernada pueda empezar a mejorar”, afirmó en noviembre durante la presentación del Anuario estadístico del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), y según el rector esto demuestra que la inversión en educación superior va de la mano con el progreso social.
Según los números del censo, la cantidad de estudiantes de la UdelaR ha tenido un crecimiento sostenido desde la década de 1960 (15.320) hasta 2012 (109.563). La facultad con mayor cantidad de alumnos es la de Derecho, con 14.065, la sigue la de Ciencias Económicas y Administración con 13.842, en tanto en lo que tiene que ver con la descentralización universitaria, este ha sido otro de los logros destacados por Mujica en el último Consejo de Ministros del año.
Los datos del censo universitario indican que el 58,5% de los estudiantes de grado de la UdelaR provienen de Montevideo, mientras que el 38,6% es del Interior y un 2,9% son extranjeros. Sin embargo, todavía el 90% de los alumnos cursan sus carreras en la capital.
La descentralización comprende por ejemplo que en 2013 la UdelaR llevó a cabo varias acciones para llevar sus servicios al Interior, como la inauguración de dos edificios en Paysandú, el lanzamiento en Rivera de la tecnicatura en Deportes, inauguración en Aiguá del primer Observatorio Geofísico del país, dependiente de la Facultad de Ciencias, colocación de la piedra fundamental del campus de investigación en Tacuarembó junto con el INIA, obtención de la ANEP de un terreno para construir un campus en Rivera e inicio de las obras para construir un nuevo edificio para albergar la Facultad de Enfermería.
Estos elementos por cierto son muy positivos, pero aun teniendo en cuenta estos hechos y otros que se han concretado en este sentido, el 90 por ciento de los estudiantes sigue cursando sus estudios en la capital del país, sobre todo las carreras tradicionales, porque hacia el norte del Santa Lucía se cursan fundamentalmente carreras cortas y licenciaturas. Y, como bien indica el refrán, no es oro todo lo que reluce, y más allá del déficit manifiesto en Secundaria tenemos que la Universidad en los hechos sigue discriminando en base a Montevideo e Interior, con mucho menor porcentaje de estudiantes de fuera de la capital pese a que en esta parte del país reside la mayor parte de la población. Por otra parte, no da para regocijarse ni mucho menos que el crecimiento de la matrícula estudiantil siga dándose en el área del Derecho y de Ciencias Económicas, como señala el rector, por cuanto no es por ese lado que lograremos el Uruguay Productivo ni es en estos sectores donde existe la mayor demanda laboral. Así queda de manifiesto la forma en que la universidad gratuita sostenida por todos los uruguayos, gasta sus recursos en formar profesionales donde no los necesitamos, en desmedro del fortalecimiento de áreas donde realmente hay que poner el énfasis en la formación.
Por lo tanto, mientras la Universidad pide más y más recursos, sigue gastando mal, en áreas que no son prioritarias y que no representan ningún interés para el país.