Deportes | 20 Ene De a poco va surgiendo. Y era lógico. Poco a poco el equipo va tomando forma, los jugadores comienzan a emparejar su estado físico, y con el paso de pocas semanas de trabajo en serio que ha tenido la selección de Paysandú, contando con un plantel fijo, el equipo ha tomado una curva ascendente en su rendimiento.
Tras la caída en el debut ante Salto, el Torneo del Litoral Norte ha visto como la Blanca rescató afuera tres puntos de oro ante Tacuarembó y se hizo fuerte en casa ante Rivera, para mantenerse con expectativa de cara a lo que suceda en la próxima fecha del torneo, más allá de que Paysandú no depende de sí mismo.
El gran objetivo del equipo de Sergio Esquivel, teniendo en cuenta los vaivenes que sufrió en la previa y que también pesan para haber trazado el camino, es el Clausura de este torneo regional con el que comenzó por estos lados la Copa Nacional de Selecciones, dado que a esa altura, habiendo transitado un camino y trabajado con más tiempo en plena competencia, es cuando llegará en mejores condiciones de poder pelear con aspiraciones. Pero está claro que mientras tanto hay que ir sumando y, sobre todo, mostrando una cara diferente a la del primer partido.
Y hasta el momento, poniendo todo en la balanza, la Blanca ha cumplido. Ante Rivera tuvo minutos de buen fútbol, apuntando al buen toque, a buscar los espacios en cancha rival, y a desdoblarse rápidamente.
Así fue como más allá de los remates de media distancia, una receta en la que se hizo hincapié en la previa, Paysandú generó varias ocasiones de gol.
Fue en el complemento, producto de la ansiedad lógica de un equipo que quiso, buscó, mereció y no pudo en la primera parte, que se desdibujó comenzado el segundo tiempo. Más allá de que Rivera no lastimó demasiado, encontró mal parado a Paysandú en un par de ocasiones, aunque el local se repuso rápidamente para cerrar la posibilidad de peligro.
Queda todavía mucho trabajo por hacer. No solo en el aspecto táctico, sino en el físico, ya que quedó en evidencia como algunos jugadores todavía no pueden seguir el ritmo intenso que ellos mismos se proponen. Pero era algo totalmente esperable teniendo en cuenta que hasta el momento se ha realizado la preparación que se ha podido, planificando sobre la marcha a medida que se fueron sumando las piezas.
A la hora de pasar raya tras tres presentaciones, Paysandú sigue ascendiendo pero, claro está, nadie se conforma solo con eso. Y lo más importante --y lo que en definitiva vale porque son los que deciden las cosas adentro de la cancha--, es que los futbolistas tampoco. Ellos menos que menos.