Rurales | 17 Ene “Afortunadamente después de 55 años que la profesión veterinaria está gestionando la colegiación, el 13 de diciembre de 2013, la Cámara de Senadores, por unanimidad, aprobó el proyecto de Ley de creación del Colegio de Veterinarios del Uruguay”, dijo a EL TELEGRAFO el doctor Recaredo Ugarte.
El veterinario sanducero apuntó que el tema pasa ahora a la Cámara de Diputados “y esperamos que en los primeros meses de este año tengamos un rápido trámite de esta cámara, atendiendo a que sale por unanimidad del Senado”.
A partir de que se produzca la aprobación del proyecto, deberá nombrarse una comisión provisoria de la academia “para que gestione con el Poder Ejecutivo la reglamentación de la Ley, que la profesión veterinaria ya la ha hecho para proponerla al Ejecutivo y poder ir abreviando pasos para no empezar de cero”. Ugarte explicó que para llegar a esto “se recorrió todo el país, hicimos distintas reuniones y en todas tuvimos consenso”.
La colegiación es la creación de una institución independiente que regula el funcionamiento de la profesión veterinaria. “Ha sido pedida incluso por la propia Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE) en un informe de su visita a 2008 realizada a Uruguay, los distintos mercados compradores de carne a nuestro país y por todos los organismos relacionados con el funcionamiento la profesión veterinaria”, dijo. Se trata de un sistema de autoregulación en todos los niveles. “El profesional, a partir de la aprobación definitiva de la colegiación, para poder desarrollar su actividad debe estar afiliado al colegio veterinario”, sostuvo. “Sea en la docencia, en la administración pública, en los distintos organismos y en el desarrollo de la profesión a los distintos niveles, debe estar afiliado”, aseguró.
Esto permitirá “un control en el desarrollo de la profesión en los distintos ámbitos, que garantice que el trabajo realizado por los profesionales en la salud de los animales, en el bienestar animal, o por la inocuidad de los alimentos, será una de las funciones del colegio”.
Destacó también la importancia en “el apoyo de la gestión de la profesión veterinaria para que pueda ser cada vez más eficiente y tenga el respaldo frente a acciones que no son de desear”. Otro aspecto resaltado por Ugarte es que, a nivel internacional, con esta institución la profesión puede ejercerse en cualquier otro país “que tenga una situación similar, sin tener que solicitar autorización, porque automáticamente está reconocido por los convenios internacionales que existen al respecto”. En el caso de la región, Uruguay firmó en 1999 un convenio en el Mercosur, “con la condición que la profesión esté colegiada”, dijo el expresidente de la Sociedad Mundial de Buiatría.
“Esto significa que tanto la OIE como los organismos internacionales y regionales le dan una gran importancia al sistema de auto regulación que tiene la profesión. La OIE no ha aceptado, en los últimos 15 años, que sea el Estado quien controle como se desarrolla la profesión veterinaria en sus distintos niveles”, precisó.