Paysandú, Viernes 24 de Enero de 2014
Rurales | 19 Ene Realizado en base a la generación de un protocolo de sincronización adecuado a nuestro sistema de producción, con adecuados costos e intentando manejar mejor el tema hormonal, el experimento de reproducción animal desarrollado por docentes y técnicos de Facultad de Veterinaria de Paysandú en el establecimiento “Piedra Mora” de la zona de Guarapirú, Paysandú, generó una muy valiosa información, pero fundamentalmente su éxito determinó que el productor continuara aplicando la herramienta.
Este experimento, en el marco del cual se investiga cuántas ovejas se preñan y cuál es el diagnóstico de tratamiento hormonal, necesariamente precisa de una alta cantidad de animales por grupo “porque no se puede hacer un experimento de 10 ovejas en un grupo y 10 en otro”, señaló a EL TELEGRAFO el veterinario Sergio Andrés Fierro, integrante del Instituto de producción Animal, área producción y sanidad ovina, de Facultad de Veterinaria.
El profesional oriundo de Rocha, que desarrolla esta investigación junto con los doctores Julio Olivera, Jorge Gil y Alfredo Ferraris, sostuvo que se precisa “al menos 100 ovejas por grupo para tener resultados a nivel productivo y estadístico”.
Precisamente, este grupo de profesionales realizará entre el 27 de febrero y el 1º de marzo en las instalaciones de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, dirigido a veterinarios (egresados o profesionales), el 5º curso práctico de Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) y preservación seminal en ovinos, en donde se aplican conocimientos adquiridos durante el trabajo desarrollado en Piedra Mora.
Respecto a lo realizado en dicho establecimiento, se trabajó durante cinco años --el primer año fue en 2004--, utilizándose el primer año 500 ovejas, “el segundo el propietario del establecimiento quiso hacer sincronización en toda la majada, por lo que se terminó haciendo en 2.000 vientres y después en 2.600 ovejas, lo que resultó una experiencia muy interesante, en la cual logramos desarrollar estos protocolos, que hoy estamos poniendo a consideración de técnicos y productores”, dijo Fierro.
“Llegamos a trabajar en colaboración con universidades del exterior, como Inglaterra y Australia”, recuerda. “Lo importante es esa unión que se ha dado, entre universidad y productores, que han creído en el desarrollo del conocimiento por investigadores uruguayos”. Explicó que “actualmente no estamos haciendo experimentos en Piedra Mora, pero sabemos que Filliol sigue aplicando algunas de las técnicas que nosotros aplicamos ahí, y eso forma parte del papel de la Universidad: docencia, investigación y extensión de esa información”.
Los estudiantes de Facultad de Veterinaria en fase de Tesis de Grado colaboraron activamente en la concreción final de los servicios de IA de los animales bajo estudio y del resto de la majada durante estos años. En la medida de las posibilidades de los proyectos obtenidos (contratación de equipos y personal idóneo), se brindó también el servicio de ecografía al resto de la majada del establecimiento.
El Royal Veterinary College del Reino Unido, por intermedio del doctor Rex Scaramuzzi y el departamento de Bioquímica de la Facultad de Veterinaria, representado por la doctora Ana Meikle, permitieron financiar importantes ensayos en fisiología reproductiva ovina realizados en 2006 en el establecimiento.
Fierro aclaró que se trata de una técnica que no se puede utilizar de un día para otro, “o decir este año no sincronizo y el otro sí. Generalmente son herramientas que llevan otro tipo de manejo animal, siendo una biotecnología que conlleva necesidad de un cambio en el manejo de los animales, como es el manejo nutricional y sanitario”.
Explicó que “un productor que no tenga las condiciones adecuadas en su establecimiento no debería comenzar con esta metodología reproductiva. Si sincronizo e insemino, debo tener las ovejas más tiempo en los bretes, y esto conlleva que haya más transmisión de enfermedades”.
En cuanto a los resultados, Fierro indicó que fueron cinco años de investigación, destacando que fueron pruebas de protocolo, “con algunos que anduvieron muy bien y otros muy mal”. Básicamente cuando se realizan protocolos de inseminación a tiempo fijo, “se pretende que la preñez --promedio-- sea alta, pero depende de diversos factores como se mencionaba recientemente”.
Sin dudas un aspecto importante de lo acontecido en Piedra Mora, es que se decidió continuar con la sincronización de celo y la inseminación artificial de la majada –se hace hasta el día de hoy--, evidenciando que la herramienta es válida y seguramente de mayor utilización en el futuro.
COMPORTAMIENTO
El nuevo protocolo de sincronización de celos e IATF en base a prostaglandinas denominado Synchrovine® presentó un comportamiento aceptable en términos reproductivos, con una respuesta final inferior al celo sincronizado con Esponja-eCG, pero similar a la observada con el celo natural.
En el trabajo de los profesionales vinculados a la Facultad de Veterinaria en Paysandú, no se apreciaron diferencias de comportamiento entre borregas y ovejas dentro del protocolo de IATF ni entre protocolos, lo que aprueba su inclusión en los mismos si se respetan requisitos de desarrollo y sanidad.
A efectos de lograr un mejor resultado con la aplicación de estas biotecnologías reproductivas, se consideró de suma importancia la participación directa del profesional veterinario en ellas, tanto en la planificación (evaluación de aptitud reproductiva de hembras y machos a utilizar), como en la ejecución de los trabajos. La necesidad de un estricto control en el manejo de hormonas (esponjas, Ecg, prostaglandinas), momento de aplicación, dosis, horas a la inseminación, etcétera, son necesarias para optimizar esfuerzos y preservar la salud de los trabajadores y del medio ambiente.
CURSO
Respecto al curso a realizar en febrero en Paysandú, Fierro indicó que “se intenta introducir detalles como el manejo sanitario, estado de las ovejas, nivel parasitario, cómo es el manejo, calidad de semen”.
En la actividad se indican los protocolos, “cómo se organiza, cómo se atienden los animales, aspectos de la parición, porque no es lo mismo la encarnerada de 25 y 40 días, en donde tengo una dispersión de 45 a 60 días, a una inseminación a tiempo fijo, en donde generalmente se tiende a pensar que si yo insemino 80 ovejas en un día paren todas juntas, y no es así. Si se insemina un grupo de 300 ovejas en un día, entre que pare la primera y pare la última, hay 12 a 13 días de dispersión”.
“Es una línea de investigación que estamos abriendo” sostiene, sobre cómo mejorar la sobrevivencia de esos animales, porque todos los productores saben que el principal problema es la mortalidad neonatal, y que le agarre un temporal en una parición concentrada, a veces complica”.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Ene / 2014
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com