Rurales | 23 Ene Las precipitaciones registradas en la madrugada del miércoles fueron muy irregulares en Paysandú –pero considerada una muy buena tormenta de verano por los productores consultados--, a tal punto que mientras en la zona de Arroyo Negro se registraron 135 milímetros, al norte del departamento y en varias partes de Ruta 26 el agua caída fue muy escasa, y en algunos lugares “no cayó ni una gota”. El mayor registro fue aportado a EL TELEGRAFO por el productor Gustavo Dalmás, al indicar que en el establecimiento “Villa Resolana” en la zona de Arroyo Negro, fue 135 milímetros el agua caída, en tanto que en el mes van 190.
Otro registro destacado fue de 81 milímetros en la Estación de Meteorología de Paysandú, totalizando 140 en lo que va de enero, mes en el que el promedio histórico es de 100 milímetros. Sin embargo, no muy lejos de allí, en la zona de Esperanza, en la pasada madrugada llovió 55 milímetros, estimándose que en el mes van 70. Desde Jefatura de Policía se informó que en Porvenir llovió 55 milímetros, Guichón 50, Tambores 46 y en Piedras Coloradas 25.
Por su parte, productores ubicados en diversos puntos del departamento brindaron información de las lluvias. En La Tentación cayeron 65 milímetros, al igual que en Merinos (110 en el mes), en la zona de Paso Guerrero 38, en la colonia José Batlle y Ordoñez (a unos 10 kilómetros de Guichón) fueron 41 mm y en Piñera 40.
En el departamento de Río Negro, a la altura del kilómetro 70 de ruta 24, fueron 95 milímetros el agua caída entre las 12 y las 5 horas.

NADA DE NADA
“Nada de nada”, sostuvo el productor Ramiro Zeni al ser consultado por registro de lluvias en la zona de Santa Blanca, al norte del departamento sanducero. “Refuciló toda la madrugada y al amanecer parecía que se venía todo abajo, pero se fue yendo la tormenta y al final ni una gota de agua recibimos en esta zona”, comentó, totalmente desilusionado ante la imperiosa necesidad de agua.
Comentó que en lo que va de enero, en el predio llovió “solo 10 milímetros el martes 7 de enero, y después nada”. Agregó que, sin ser de gravedad, comienza a preocupar el estado de las pasturas, “ya que bajaron mucho en su calidad debido al fuerte impacto del sol y las altas temperaturas registradas”.
Similar situación vivió Gustavo Boffano. Manifestó que en su predio del kilómetro 122 de Ruta 26 se observaban “grandes tormentas y la posibilidad de lluvias muy bienvenidas”, pero finalmente al mediodía de este miércoles solo habían sido 5 los milímetros registrados. Lo mismo sucedió en El Eucalipto, donde no llovió este miércoles y en lo que va del mes llevan 50 milímetros. Boffano explicó que “pasto tenemos, pero está muy seco y agua natural de arroyos y algunos tajamares están bien”. En el predio funciona la hotelería de terneros desde hace tres años (actualmente hay cerca de 1.000 ejemplares), y el estado de los animales en general “es muy bueno”. Tampoco llovió en Arroyo Malo este miércoles (25 en lo que va del mes), al igual que en Guarapirú (65 en los primeros 22 días de enero). La particularidad es que, de acuerdo a lo informado por el productor Eduardo Filliol, hasta las 9 de la víspera no había llovido en ninguno de los dos lugares.
En Estación Queguay, Ignacio Pereira informó que en la madrugada de la víspera no se verificaron lluvias, y en lo que va del año “llevamos 43 milímetros”, dijo.

HACIENDAS
Respecto de las haciendas, las lluvias –a pesar de su irregularidad por zonas--, son beneficiosas para el productor que necesita ganar kilos, pero también para la industria que necesita ganado para aumentar su producción. En zonas como el centro y norte del país, donde las altas temperaturas han superado durante varios días los 36 o 37 grados, se han producido precipitaciones de hasta 30 y 40 milímetros que se catalogan como una bendición. En el caso del sector ganadero, las precipitaciones verificadas en lo que va de enero llegan muy bien para lograr una correcta terminación del ganado, que no lograba mejorar debido a lo complicado de este verano.
Un hecho positivo de las formaciones de tormentas ocurridas en los últimos días, sostiene Informe Tardáguila, es que pese a los cambios repentinos de las condiciones climáticas, que provocaron rachas de vientos intensos que inclusive provocaron voladuras de techos de viviendas y fuertes granizadas en algunas zonas del país, es que éstas se manifestaron sobre áreas pequeñas, minimizando las posibilidades de producir daños, especialmente sobre las producciones hortifrutícolas, como ocurrió en otras oportunidades.