Paysandú, Lunes 27 de Enero de 2014
Opinion | 24 Ene Unas setecientas familias de barrios periféricos de la ciudad, las que recientemente se han nucleado en una coordinadora, aspiran a contar con servicio de saneamiento de OSE, de forma de superar un déficit histórico que representa una amenaza para la higiene y la salud, y que se ha ido agravando por la extensión de la ciudad a zonas donde resulta realmente difícil encarar inversiones de la magnitud que demanda la red cloacal.
Es así que como diera cuenta EL TELEGRAFO, los barrios Delpero, El Roble, Gamundi y Solari, La Curtiembre (Casa Molle) y el barrio de Bicudo y Felippone, en noviembre de 2013 efectuaron independientemente las gestiones frente a OSE para la ampliación del servicio de saneamiento y decidieron nuclearse bajo la denominación de Mesa Coordinadora. En reciente reunión de la referida mesa los vecinos manifestaron su preocupación por la falta de respuesta del organismo sobre la firma del convenio y de notificación de una fecha tentativa del comienzo de las obras en alguno de los barrios mencionados anteriormente.
“Esta mesa se ha formado con el objetivo de colaborar en la agilización de los pasos para la concreción del saneamiento, intercambiar experiencias, elaborar propuestas y planteos referidos a la temática y hacer el seguimiento hasta la realización de las obras correspondientes que nos permitan contar con un servicio imprescindible para la higiene y la salud y poder encarar otras mejoras en los barrios involucrados”, dijeron integrantes de la coordinadora a nuestro medio periodístico.
Los barrios que integran esta coordinadora, en mayo de 2013, en oportunidad de la firma del acuerdo marco entre OSE y la Intendencia Departamental fueron seleccionados y notificados por OSE, previa realización de los estudios técnicos correspondientes y cumpliendo con los trámites estipulados, para la primera etapa de las obras de saneamiento, pero hasta ahora las gestiones no han tenido la respuesta esperada del organismo nacional.
Ya los barrios involucrados aceptaron el presupuesto de obra correspondiente a cada uno y recibieron de OSE el proyecto técnico que indicaba los trabajos a realizar y luego, a solicitud del ente, se firmó una carta poder en favor de un vecino de cada barrio para encarar los trámites que aún restaban efectuar.
Pero la inquietud de los cinco barrios refiere a que desde entonces los residentes en las respectivas áreas no han recibido comunicación oficial respecto a en qué etapa se encuentra el saneamiento en ninguno de los barrios, cuando extraoficialmente se les había indicado que las obras comenzarían a principios de este año. Incluso el 20 de diciembre se presentaron ante OSE e hicieron entrega de una carta firmada por los representantes de los cinco barrios, solicitando se les informara en qué situación se encuentra cada barrio.
Es de recibo que los vecinos por lo menos sean informados debidamente de la etapa en que se encuentran los proyectos para la concreción de las respectivas obras, para seguir paliando un déficit histórico que de todas formas ha tenido respuestas auspiciosas en los últimos años, a partir de la aplicación en Paysandú del proyecto de extensión de la red de saneamiento que ha llegado a amplias zonas de la ciudad, sobre todo a las que resulta imposible, por la topografía, emplear el mecanismo de caída por gravedad y debe apelarse a bombas, que requieren mayor inversión y mantenimiento.
Es decir que se ha avanzado significativamente respecto al pobre panorama anterior, a través de un proyecto integral, pero a la vez quedan numerosos barrios en la periferia que están esperando acciones para mejorar su calidad de vida, que además involucra a toda la población, desde que por cada conexión a la red de saneamiento se elimina un pozo negro o una conexión clandestina a cursos de agua que conllevan difusión de contaminación y degradación del medio ambiente. Y por cierto, es positivo que se suscriban convenios tripartitos en muchos lugares, involucrando a vecinos y a la Intendencia Departamental, para reducir la inversión del ente en una obra que es de su exclusiva competencia y así ponerla en mejores condiciones para poder hacerla realidad.
El saneamiento es una competencia directa de OSE, como así también es su responsabilidad la falta de una planta de tratamiento de aguas cloacales que figura en el proyecto original pero que todavía no se ha hecho realidad, y la proliferación de pozos negros es también por lo tanto una consecuencia de la falta de inversión histórica de OSE en la red cloacal.
Es por lo tanto de recibo exigir también al ente que concrete en aporte de servicio de barométricas un paliativo a la falta de saneamiento en los barrios todavía sin servicio, por más que en las norma se establezca que este servicio debe cumplirlo la Intendencia Departamental, por lo menos como una forma de contrapartida al involucramiento de vecinos y el propio municipio en aportar recursos para obras de saneamiento que solo deberían estar a cargo del organismo nacional.
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